Draws & Poems [[Klance]]

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[Especial 2/3🍃]

Lance no fue el único en pedirme disculpas, al presentarme en el colegio, Allura se acercó a mi arrepentida por la situación ocurrida en su fiesta, implorándome perdón. Sonreí abrazándola, acariciando suavemente su cabello, pronunciado un "No importa, Allura" antes de separarme y dejarle un apretón en la mejilla antes de irse al encuentro del moreno, quien de manera insistente le pidió que se vieran antes de clase en el salón de arte.

"Las mariposas en mi estómago removían los nervios y felicidad en mi interior como si volasen por los cielos contentas por el sol brillante"

Recorrí el pasillo poco concurrido hasta el aula, con un cosquilleo en mi estómago debido a la emoción que la sorpresa me estaba causando, intentando imaginarme alguna pista sobre esto.

No me tomó mucho tiempo llegar, cuando abrí la puerta unos brazos me envolvieron contra el pecho ajeno, sintiendo ese calor tan familiar.

—Hola, Lance—sonreí, mirándole con dulzura y depositar un casto y efímero beso en sus labios.

—Hola, mi príncipe—saludaste, dándome un apretón contra tu cuerpo y soltarme solamente unos centímetros.—¿Estás listo para la sorpresa?

Asentí como respuesta, cerrando mis ojos apenas lo indicaste y dejar que tu cuerpo me llevase hasta otra parte de la habitación. Estaba realmente ansioso.

—Ábrelos...—hablaste en susurro sobre mi oído, haciéndome estremecer y abrir mis párpados con lentitud.

Lo que tenía frente mío era absolutamente bello, una obra de arte que pocos podían crear.

"El arte que creas es sencillamente perfecto, no existen palabras que pueda recitar para describir la belleza que expresa"

Nunca me había visto tan perfecto en algo, esta pintura me hacía lucir como un ser bello y digno de ser querido por ti, el mejor artista que podría haber nacido en nuestra triste actual sociedad.

La sonrisa en mis labios era imborrable ante esto, me sentía sumamente especial por ello ya que lo habías hecho solo para mí, pensando en mí, amándome a mí.

Te besé, con esas mariposas volviendo a revolotear sin cesar en mi.

"Nuestros labios también creaban arte, compartían nuestros colores y mezclaban nuevos para crear besos coloridos y llenos de belleza"

—Gracias, Lance.
—Eres tan bello que no pude evitar retratarte, cariño—sonreíste, descansando tu frente sobre la mía.
—Tú me haces sentir bello...

Podrías no ser DaVinci ni yo tan guapo como dicen que es la Monalisa; pero nuestro amor es nuestro arte, el más bonito que he visto nunca.