Después de una larga batalla, Fuun se encontraba perdiendo y era evidente puesto que estaba tirada entremedio de unos escombros cubierta por sangre y sudor. Ella gruñó mientras mostraba levemente los dientes. Sus ropas estaban rotas.
Se levantó a duras penas mientras que seguía gruñendo.―¿vas a responder o te lo saco a la fuerza?.―Vegeta apareció enfrente de ella, de brazos cruzados mientras arrugaba la nariz.
―No tengo porqué responder.― repitió con dificultar y se lanzó nuevamente a atacar.
Towa, quien se encontraba del otro lado junto a Chamel y Gravy se encontraba sorprendida y pensativa, analizaba con cuidado la situación.
¿Por qué Fuun no quiere pelear?¿Por qué ese hombre se le hacía conocido?
Hasta que recordó ¡Era el mismo hombre que estaba junto a _____ el día que la secuestró en la Tierra del universo siete!
Dirigió su mirada hasta donde se encontraban los dioses, era Bills, uno de los más caprichosos y peligrosos dioses. Gruñó, su posición era peligrosa y recién se daba cuenta del peligro que corrían ahí.
―¡Fuun!.―Gritó frenéticamente.―¡VÁMONOS!
―Están escapando.―Murmuró Goku mientras que fruncía el ceño, habían ayudado a Kyabe dándole una semilla.
―Se encuentran acorralados.― concordó Kyabe mientras que fruncía el ceño.― El señor Vegeta lo hizo.
―¿Los dejamos irse?
―¡No!¡Por ningún motivo!.―Gritó Mirai ______ desde la montaña alta.―¡Tienen que detenerlos!
―Bien, lo haremos.
Mientras que los demonios se enfrentaban a los decididos Saiyajins, Vegeta se encontraba en un debate mental ¿Por qué ella se le hacía conocida su forma de pelear?¿Y por qué no quería seguir golpeándola? Sentía que podría predecir fácilmente cómo ella lo iba a atacar.
―¡Papá!.―Gritó Mirai _____ a través del Scooter, él sintió escalofríos al escuchar esa voz.
―¿¡q..qué!?
―¡Tráela aquí!¡Ella está en peligro!
―¿¡Qué dices!?.― ignoró esos sentimientos.―¡Claro que no!¡La voy a acabar ahora mismo!.― abrió la palma de su mano mientras que la señalaba, ella se encontraba en el piso y apenas podía levantarse.
―¡no lo hagas!.―Gritó.―¡Ella es una víctima de los actos de Towa y de Demigra!
―¡No me interesa!.―sin más rompió el aparato y caminó decidido hacia el lugar en donde se encontraba el hiriente cuerpo de la demonio y la pateó al mismo tiempo en que se ponía a llover.
Miró al cielo distraídamente. «Me gustan los días lluviosos. ¡Me encanta la lluvia, Papá!».―Ese pequeño recuerdo llegó a su cabeza sin avisar.
―______...―Susurró mientras que caminaba hasta donde Fuun había caído.―Sé que estás aquí.―observó el rostro de la, ahora, débil demonio.―Sé que ellos te utilizaron y por eso voy a destruirlos. También voy a liberarla, porque estoy seguro de que esta chica también ha sufrido.―se agachó al lado del cuerpo de ella mientras que un rayo se hacía presente en el lugar, él lo ignoró.
Acercó su mano hasta el rostro de ella y quitó el antifaz. En ese momento sintió cómo su mundo volvió a brillar, pero rápidamente se desvaneció cuando se dio cuenta de lo que ocurría.
Era ______ ¡______!.―Vegita..―susurró mientras que volvía a su estado base. Vados suspiró al sentir nuevamente el Ki de su alumna, ahora todo quedaba en manos de Vegeta.
Mirai frunció el ceño, ¿eso era lo que ocultaban los dioses?
―¿Está.. viva?
Él seguía mirándola y es en ese momento cuando entró en razón, cuando el cabello de ella volvió a ser lila, ella abrió los ojos costosamente. Se acercó para tomarla.
Tenía la mirada borrosa, solo logró apreciar una sombra de color negro delante de ella y supo inmediatamente que no era algún demonio por la sensación que le transmitía. Una gran sensación de calma.
―Ayuda..―susurró apenas, Vegeta abrió sus ojos a tope.―A..ayuda.. Ayúdeme. ―volvió a susurrar.― no quiero pelear contra ti..― fue lo único que dijo antes de caer inconsciente.
Vegeta seguía confundido. Solo quería abrazarla y eso hizo, pero nunca planeó llorar.
