Nada es Imposible |Chris Evans & Tú. (Editando)

1. El gran comienzo

Mi nombre es ____ Wheeler. Tengo 19 años, soy una chica de estatura promedio, con cabello castaño y ojos color marrón.

Resulta que hoy me desperté con una emoción inmensa, porque el elenco de los vengadores se reunirá en L.A. Asistiendo a una entrevista sobre la nueva película de infinity war, dentro de una semana.
Y todo fue gracias mi mejor amigo Taylor.

Él fue el chismoso de anunciarme la noticia, je.

Pero...

Hay una ventaja y desventaja.

La ventaja es, que podría ser mi regalo de cumpleaños adelantado  «mi fecha cumpleaños vendría siendo una semana después» porque oportunidades como conocer a tus ídolos en vivo y en directo, no cualquiera se da ese privilegio de tener. Y también porque conoceré a mi crush, si, mi crush de toda la infancia y adolescencia.

Chris Evans.

¡Estoy muy emocionada! pero obviamente tendré que pedirle permiso a mi padre, porque que aún vivo bajo su techo. Y sobretodo a mi amorosa e increíble madrastra Gabriela. Teniendo en cuenta que mi padre está cegado por esa desagradable mujer. Ella vendría siendo la desventaja.

¿Lo lograré?.

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—Papá, necesito pedirte un...emm pedirte algo—sonrío como angelito recién caído del cielo.

—Claro, hija. ¿Que ocurre?—mi padre me mira con atención.

—La siguiente semana, el elenco de Los Vengadores, se reunirá en Los Ángeles, la verdad me encantaría asistir y verlos en persona. Además, como ya viene mi cumpleaños quería pedirlo como un regalo adelantado.

Mi padre rasca su barbilla, todavía no lo noto muy convencido.

—Tal vez no quisieras acompañarme pero apuesto que la mamá de Taylor también irá, ella es reportera y estará ahí presente. Por favor, papá, ese mismo día me regresaré a Seattle.

—Claro, tu cumpleaños—suspira ejerciendo una mueca— podría darte dinero para los boletos, contemplando que será viaje redondo.

En eso, Gabriela sale de la cocina con una taza en mano, interfiriendo con el tema.

—Cariño piénsalo bien, también tenemos cosas pendientes que pagar... a Sandy le encargaron varios libros escolares, y urgentemente los necesita para la otra semana—le entrega la taza.

Mi padre la toma y enseguida la coloca sobre la mesa, toma el periódico y comienza a hojearlo.

—Ya escuchaste a tu madre, tenemos más gastos. Así que lo pensaré hija.

—Pero... ¡Ella no es mi madre! además nunca me has recompensado con ¡NADA! Porque nada de lo que yo haga o necesite te parece bien, ¡todo sandy!—suelto una risa sin gracia— Claro, como ella no tiene papá.

Me retiro del comedor, con lágrimas en los ojos, no pienso darles el gusto de verme llorar, mucho menos a esa horrible bruja.

—¡No te expreses de esa manera! ¡vuelve ahora mismo jovencita! ¡joder te estoy hablando!.

Me detengo en seco, y cuando estoy a punto de ingresar nuevamente a la cocina, logro escuchar los murmullos de Gabriela.

—Déjala Cariño, la comprendo se siente celosa por su hermana. Pero tiene que comprender también, ellos son solo actores, gente como cualquiera de nosotros— expresó quejándose, papá asintió dándole la razón.

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Encerrada en mi habitación escuchando a Lana del Rey, me encontraba enfocada en el techo, cuando entonces una llamada de Taylor hizo que se detuviera la música.

—¿Te dejaron? dime que si, dime que si.

—N-No —balbuceé con tristeza.

—¿Por qué estás tan desanimada, si en la mañana te noté con una emoción? no te preocupes, estoy seguro que si te dejarán ir.

Como si fuera fácil convencer a papá, después de haber insultado a su hijastra.

—No veré a mis ídolos... ¡no veré al amor de mi vida! Taylor. No sabes cuánto tiempo esperé por esto, todo por la culpa de la maldita Gabriela.

Al Día siguiente:

La directora Loren ingresó al aula, para felicitarme por haber sacado el promedio más alto de toda la facultad.

—Señorita Wheeler, muchas felicidades por todo su empeño académico. La institución le ha otorgado una beca con una cantidad de doscientos cincuenta dólares, se que no es mucho pero es una prueba de que su buen esfuerzo es recompensado—me sonríe con sinceridad.

Como si los planetas estuvieran alineándose a mi favor, un revoltijo estomacal comienza a vibrar sobre mi abdomen bajo. ¡Tomen perras feas! ¡Volaré a Los Ángeles!.

—Muchas Gracias, Directora Loren.

Acto seguido, todos se pusieron de pie, aplaudiéndome y felicitándome por poner en alto el grupo de clases. La directora se marchó al poco tiempo.

—Felicidades, amiga. ¿Qué harás con todo ese dinero?—mi mejor amiga me abraza— Apuesto que tú papá estará aún más orgulloso de ti—añade con una sonrisa divertida.

—No,nada de eso. Él no lo sabrá, ahora mismo tengo un plan, deséame suerte porque la necesitaré.

—¿Que plan? quieres decirme.

—Viajar y finalmente conocer en persona, al amor de mi vida.

......