6 Vergüenzas

892 55 0
                                    

Al bajar me encontré con Taylor sentado en uno de los sofás de la recepción, su madre se encontraba entrevistando a Chris Hemsworth, Mark Ruffalo y Sebastián Stan, sobre lo ocurrido. Taylor y yo conectamos miradas, enseguida se levanto del mueble y correr hacia mi para abrazarme.

—¡Gracias al cielo estás bien! —se aferró a mi cuerpo—. Ay niña, estás sana y salva, en cuanto vimos la noticia vinimos como locos a buscarte y...—sustrajo mi celular del pantalón— a entregarte esto.

Tomé el móvil con una sonrisa indescifrable y me aparté de él.

—Muchas gracias Tay, lo estuve buscando como loca y...—suspiré incrédula—. Es que todo fue tan extraño y sumamente raro... ¿crees que padre esté preocupado por mi?

—Mi amor, por supuesto que no lo sabe. Es más, yo pienso que todavía no está enterado de lo que sucedió.

Mantuvimos una conversación de aproximadamente veinte minutos. Lo sabía porque en todo momento le echaba ojeadas al reloj de pared que estaba ubicado a un costado de la entrada principal. Taylor no dejaba de babearse cada vez que pronunciaba el nombre de Sebastián Stan o Robert —Downey. Era increíblemente divertido.

—Cuéntame mi amor ¿que se siente estar con pura Celebridad?

Comencé a reír bajo, por los nervios acumulados en todo el cuerpo.

—Pues... estoy tan emocionada pero adolorida.

En eso, la madre de Taylor se acercó a nosotros, guardando una pequeña videocámara en su bolso de mano.

—Hola, cariño. Me alegra mucho saber que te encuentras bien, no sabes el susto que nos dio pensar lo peor de ti. Mi hijo y yo estábamos sumamente preocupados.

—Afortunadamente volví a nacer y vaya que lo hice bien—afirmé desviando la mirada hacia Chris.

La señora sonrió con calidez.

—¿Te regresaras a Seattle con nosotros?

—En realidad... pensaba volver mañana debido a que mi vuelo sale temprano. Solo que aún no estoy en condiciones de viajar.

Ambos le echaron un vistazo a mi pierna vendada y después se miraron a si mismos.

—Emm cualquier cosa nos avisas, cariño—dijo no muy segura—bueno, nos retiramos ya que el vuelo sale en cuarenta minutos.

—Cuídate mucho ____ sabes que cuentas conmigo, malcriada —río nervioso —. Disfruta esta noche, el lunes platicamos bien, o si quieres mañana en la tarde paso a tu casa.

Sonreí con ternura y lo abracé. No se que haría sin ese tonto.

—Gracias Tay, sabes que te adoro.


Chris.

Noté a Sebastián concentrado en la chica y en la reportera con su hijo. Lo supe porque los rasgos en ambos son tan similares, así que sigilosamente me acerqué a mi amigo, rodeándolo por los hombros.

—Ya que estás muy entretenido. ¿Qué opinas de mi vengadora? ¡Esa chica sí que es fuerte!

—Claro, tan fuerte como tus pupilas dilatándose cuando la miras, Evans.

Su estúpido e innecesario comentario me hizo sonrojar y bufar como un toro.

—No empieces, Stan. Es una niña.

—Hmm, ni tanto...—se remojo los labios y se soltó a reír cuando me vio tensar la mandíbula—. Bueno, Sr Evans, me retiro a mi habitación porque estoy muriendo de sueño.

Sebastián se alejó e inconscientemente seguí con la mirada a la jovencita que se encontraba caminando hacia el ascensor en compañía de Scarlett y Elizabeth. Pero claro, si me pagaran por disimular, seria un completo imbécil. ____ se dio cuenta que la observaba, asi que rápidamente voltee hacia la pared para admirar un horrendo cuadro abstracto y fingir que ignoraba su presencia.

—¿Ya le encontraste forma?—Scarlett bromeó desde mis espaldas. Me giré y capté la mirada de las tres, quienes no paraban de reír.

—Si, bueno, no—dije rascándome la nuca un poco nervioso. Scarlett me conocía perfectamente y yo a ella, desde hace años atrás. Teníamos una increíble conexión. No se que carajo hice o por qué lo dije, pero me enfoqué en ____ y realicé una especie de reverencia estúpida—. Señorita atentado, le hago el grandioso honor de acompañarla a su habitación.

—¡Oh por Dios!—Elizabeth se cubrió la boca con las manos para soltarse a reír. Scarlett giró los ojos para después mirarme con un gesto de "eres un bobo, amigo".

Nada es Imposible |Chris Evans & Tú. (Editando)Where stories live. Discover now