Nada es Imposible |Chris Evans & Tú. (Editando)

3. Humo, gritos y atentado.

Mas allá de la felicidad intensa producida por adrenalina de escaparme a otra ciudad, estaba empezándome a cuestionar si la decisión que tomé fue la correcta. ¿Habrá valido la pena? porque es mi primera vez viajando sola y en avión. Dejando a un lado lo negativo, me siento una chica afortunada. Ahora que lo pienso, conocer a Chris Evans valdrá totalmente la pena. Una voz masculina nos da instrucciones para el aterrizaje, a lo lejos puedo percibir las gigantescas letras de Hollywood sobre las montañas y el mas que rodea parte de la ciudad a lo lejos.

Como me encantaría recorrer cada lugar de Los ángeles.

Media hora después, me encontraba afuera del aeropuerto internacional tomando un taxi que me transportaría directamente a the cinema's studios, donde será la conferencia del cast. Taylor no me ha respondido los mensajes que le envíe hace dos horas, sin él, ni su madre, me siento como Chloe, la cachorrita de la pelicula «una chihuahua de Beverly Hills», cuando se extravía por las desconocidas calles de México.

Finalmente llegué a la entrada principal, el cinema estaba totalmente saturado de público general, paparazis y un chico disfrazado de Shrek comiendo una rosquilla de chocolate.

WTF...

¡¿Shrek?¡ esa no es tu familia.

—¿Qué?— cuestionó el chico al percibir que lo estaba mirando fijamente.

Rayos, esto si que no me lo esperaba.

—¿Por qué tu disfraz es de... —fruncí el ceño acercándome más a él, realmente era alto e intimidante con ese maquillaje verde— de Shrek?.

—Que te importa cabeza de anchoa—soltó con molestia, analizándome de abajo/arriba—el tuyo es mucho mas feo.

Que grosero, abri la boca para protestar pero la cerré rápidamente. No quería provocar una discusión en plena entrada del cinema, podría sufrir graves consecuencias.

—¡No vengo disfrazada! —respondí de mal humor, avanzando entre la multitud.

Vale, si, admito que mi apariencia no es la mejor para un evento especial como este, pero he venido preparada con mis cosméticos, solo que necesitaré un espejo para darme un retoque de maquillaje.

Hasta que la voz de mi mejor amigo, me hizo volver a girarme.

—¡Aquí estás¡ —me sonrió en grande, abrazandome por los hombros— esto es una locura, si llegaste a tiempo —soltó una risita al romper el contacto físico— por cierto, te ves muy linda.

—Nunca subestimes a una Cevans- enfaticé en lo último — ¿Me veo muy linda? porque un Shrek amargado acaba de bajarme la autoestima —expresé dramáticamente con una mano sobre el pecho.

Taylor estalló en una sonora carcajada.

—¿Shrek amargado? —volvió a tornarse serio —aaahhh, si. El chico compró un disfraz de Hulk por amazon y le llegó uno de Shrek —volvió a reír, secando algunas de sus lágrimas de cocodrilo —hay que comprenderlo, hoy no es su dia.

Rodeé los ojos soltando un bufido con obviedad, la fila había comenzado a avanzar, incluso el nombrado ogro ya no se encontraba en la fila.

¡Mierda!. ¡El retoque!.

—Tay, ¿no sabes en donde hay un tocador o algo por el estilo?—señalé mi silueta de pies a cabeza— ¡lo necesitaré urgente!.

—Claro señorita, a eso he venido por usted—carraspeó su garganta ofreciéndome su antebrazo— la llevaré en donde está mi madre. Ella también se está alistando, porque entrevistará a su millonario, playboy, filántropo, favorito.