Introducción

287K 14.4K 18.2K
                                    

Introducción.

El comienzo de algo.

MI VECINO.

Flashback.

6 enero de 2003

—Vamos Ari, la casa nueva está por aquí. –mamá me llevaba de su mano, camino a la nueva casa.

Todo era bonito, habían muchas florecitas, arbolitos y perritos.

Yo tenía un perrito, Rufus, mi labrador.
Rufus estaba un poquito enfermo y estuvo muchos días en el hospital para perros, un día que iba de visita no lo encontré y lloré pero mi mami me dijo que Rufus tuvo que hacer un viaje al cielo de los perros, sigo esperaron a mi Rufus, porque puede regresar en cualquier momento por eso aún llevo su correa en mi mochilita.

—Mami. –me paré y tiré de la mano de mi mami. —Quiero hacer pis.

—Ya casi llegamos ¿puedes esperar?

Moví mi cabeza diciendo que sí.

Caminamos un poco más y mamá se paró frente a una casa muy bonita, esta casa también tenía florecitas.

—¡Flores! –chillé. —hay flores. –brinqué de un lado para otro.

Mi mami sonrió. —Son todas para ti, vamos adentro.

Seguí a mi mami y entramos a la casa nueva.

—Baño, baño. –busqué un baño. —¡no hay baño! –crucé mis piernitas para que mi pis no saliera.

—Aquí está Ari, ven.

Corrí al cuarto que mamá abrió, subí mi vestido rosa con ayuda de mi mami me senté a hacer pis.

{...}

Estaba jugando con mis muñecos mientras mi mami hablaba con un señor, escuché un ruido afuera y me asomé por la ventana.

—¡Es hora de enterrar a los soldados!

Un niño estaba afuera, estaba sacando tierra de su jardín. Iba a plantar flores, yo quería plantar flores, corrí a donde mi mami y jalé de su falda.

—¿Qué sucede, bebé?

—¿Puedo jugar afuera? Hay un niño y quiero ser su amiga ¿puedo mami?

Mi mami le dijo algo al señor y salió conmigo.

—¡Allá está! –le dije con mi dedo.

—Puedes ir, voy a estar viéndote ¿sí? Con cuidado.

Crucé la calle corriendo y me acerqué al niño que hacía hoyos en su jardín.

—Hola. –dije. —¿puedo jugar contigo?

—No. Eres un niña. –mi miró feo. —No me gusta jugar con niñas.

Lo miré feo también.

—Oye...yo sé hacer hoyos.

El niño no me habló, seguía haciendo hoyos con una herramienta que mi papi usaba para recoger tierra.

—¿cómo se llama eso? Lo que estas usado para los hoyos.

—Es una pala.

Me senté en la tierra y lo miré mientras hacía hoyos. Cuando su hoyo quedó terminado, tiró la pala y sonrió.

—¿vas a meter flores ahí?

—No seas tonta, aquí enterraré a los muertos.

Me asusté.

—¿mu-muertos?

—Sí...así fue como papá metió a mi gato cuando murió.

—Yo tengo un perro, pero se fue al cielo de perros a una misión.

—Tu perro está muerto.

—Claro que no, mi mami dijo que es un viaje largo.

—Tu mami es una mentirosa.

Me enojé. Ese niño era malo.

–¡Ari! Hora de irnos. –mi mami me gritó y se acercó a mi. —Hola pequeño.

El niño miró a mi mami y le dijo hola con la mano. Me levanté y abracé a mi mami de las piernas.

—Mami, ¿verdad que Rufus fue a un viaje largo?

—Eh...sí.

Sonreí. Mi mami no mentía.

—No es verdad. –el niño nos miró. —es una mentira.

—¡Shawn! –una señora salió de la casa del niño. —¿Qué haces? Tendrás que arreglar este lugar antes de que tu padre regrese.

La señora se dio cuenta de que mi mami y yo estábamos ahí.

—Oh, Hola. –nos saludó.

Mamá  habló con ella y el niño que se llama Shawn me sacó la lengua.

—Mamá. —Shawn llamó a su mamá. —¿Verdad que los perros también se mueren? —sonrió.

—Oh, claro, es un hecho natural.

—¿Lo ves, niñita? Tu perro no se fue de viaje ¡está muerto y nunca jamás los volverás a ver!

Mis lágrimas estaban saliendo y Shawn me miraba como un triunfador.

—¡Shawn! –su madre lo regañó. —Discúlpate.

Shawn se cruzó de brazos.

—¿Disculparme por decir la verdad? La señora debe disculparse con su hija por mentir.

—¡Shawn Peter Raúl! –su madre lo tomó de la mano y el intentó correr. —Disculpa a Shawn preciosa, está molesto por que le quitamos su videojuego, él no es así ¿verdad hijo?

Mi mami me cargó y la abracé escondiendo mi cara en su cuello.

—Lo siento Támara. –la señora habló con mi mami. —Seremos vecinas así que este niño vendrá a disculparse.

—Descuida, son niños.

La señora se llevó a su hijo casi arrastrando lo por el jardín.

—¡No le mienta a su hija, señora! ¡Las mentiras son malas!

—Basta Shawn.

—¡Ayuda! –gritó. —¡Mi madre me castigará!

Y la puerta se cerró.

—Vamos Ari. –me bajó y limpió mis lágrimas. —Aquí viviremos.

Yo negué no quería vivir en el mismo lugar que ese niño.

—Otra casa mami. –metí mis mocos a mi nariz. —esta ya no me gusta.

—Te gustará.

Fin del flashback.

Desde aquella vez, Shawn nunca vino a disculparse conmigo, su madre dijo que el no era malo. Tenía razón, Shawn no era malo.

Era terrible.

🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺

¡HOLA!
Esta es mi nueva novela espero que les haya agradado y si es así no olviden votar 🌾✨.

𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora