𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.m

22.-¿Qué pasó ayer?

¿Qué pasó ayer?

N/A: ÚLTIMOS CAPÍTULOS.

Me miré nuevamente al espejo. Dios, lucía espantosa, mi cabeza dolía.

No volveré a beber jamás en mi vida.

La sensación al día siguiente era horrible. Llevé mis manos a mi cabeza tratando de evitar que doliera más, ni siquiera sé que pasó ayer y como diablos llegué a mi cama.

-Al fin despiertas, toma. -mi mamá me tendió un vaso de agua y una pastilla. -Debe dolerte la cabeza, ¿como estuvo tu fiesta?

Bebí agua pasándome la pastilla.

-Fue divertido, no volveré a beber, te lo prometo.

Mi madre volteó los ojos, salió de mi habitación.

Me di un baño, me vestí con ropa cómoda y con cómoda me refiero a usar ropa una talla más grande, me sentía libre cuando usaba mi ropa cómoda, peiné mi cabello para evitar un nido de pájaros y bajé a la cocina para poder observar a mi mamá preparando el desayuno.

Luego vino a mi mente la pregunta;

¿Cómo llegué a casa?

Lo último que recuerdo fue que bebí a más no poder y que Amelia intentaba pararme, luego recuerdo haber subido a un taxi y lo demás ya no lo sé.

Hice memoria para recordar que pasó después del taxi...

-Aria, Aria. -mi madre me chasqueaba los dedos para sacarme de mi trance. -¿Estas ahí?

-Eh, sí. -me repuse. -Yo...no volveré a beber.

-No prometas nada que no...

-...puedas cumplir. -completé. -Bien, no volveré a beber excesivamente.

{....}

SHAWN.

Sequé mi cabello, solté un suspiro. Miré el piso de mi habitación, debería darme asco pero sólo me provocaba risa.

Aria vomitó mi piso.

Limpié inmediatamente ayer, después de vomitar volvió a dormir y está vez nadie pudo despertarla. Sin duda, fue la primera vez que bebió. Antes de quedarme dormido junto a ella, la tomé en brazos y la llevé a su hogar. A su cama para ser precisos.

Miré por la ventana, parecía que no estaba, sus cortinas estaban corridas. Su madre salió como de costumbre, entró a su auto y se alejó del vecindario, Aria también estaba afuera. Su cabello estaba revuelto, tenía un short puesto y una blusa a tirantes que le quedaba bastante bien, también, observé que no llevaba puesto su brasier.

Vaya, vaya.

Me golpeé mentalmente y fijé mi mirada a su rostro. Sonreí inconsciente. Salí de mi hogar, crucé la calle y llegué a ella.

-Hola, Aria.

Su expresión era de sorpresa.

-Hola.

-¿Amaneciste bien? -pregunté refiriéndome a como terminó ayer en mi hogar.

-Eh...sí. -cruzó sus brazos. -Tengo que ir adentro. -tenía su ceño fruncido, señal de que no comprendía nada.

-¿No recuerdas lo de ayer?

Me miró fijamente esperando respuesta.

No recordaba lo que hizo ayer.

Perfecto.

-¿Tu...sabes lo de ayer?-me miró curiosa, asentí. -¿Qué pasó ayer?

-Bueno, lo que hiciste antes de llegar a mi casa, no lo sé. -abrió los ojos sorprendida. -Llegaste a mi casa, me insultaste, lloraste...-me di la vuelta retirándome de ahí.

-¡Espera!

Sonreí y me volteé. -¿Si?

-¿Qué más pasó?-preguntó.

Rasqué mi nuca. -Dijiste un par de tonterías, eructaste en mi rostro. -reí. -Nadie me eructa en el rostro, es asqueroso Aria.

Entrecerró los ojos.

-Dios, no puedo creer que hice aquello.

-Y vomitaste en mi habitación. -enarqué una ceja. -Eres un show cuando no estas en tus cinco sentidos.

-Le dije a Tyler que no me dejara beber tanto.-murmuró pero logré escuchar.

¿Quien demonios es Tyler y porque no estoy golpeándolo ahora mismo?

Apreté mis puños, ¿ese idiota dejó que Aria bebiera de esa manera?

-Eres tan ridícula cuando estas ebria. -dije un poco molesto.

-Eso no te importa.

-Me importas...quiero decir, me importa. -Ya deja de cagarla Shawn. -Más si después llegas a mi casa a molestar.

Me miraba hecha furia. Quise acercarme a ella para abrazarla y decirle que si era ridícula...ridículamente hermosa, incluso cuando bebía y terminaba vomitando en mi habitación.
Pero si me acercaba ahora mismo, recibiría algún golpe.

-Debí estar tan inconsciente para tocar tu puerta.

Reí.-Sólo así tienes valor, ¿no es así? Ni siquiera recuerdas lo de ayer.

-¿Y tu? Ni estando sobrio tienes el valor de...-se calló cuando se dio cuenta de lo que estaba por decir. -olvídalo.

-¡Pues al menos, tendría la decencia de estar en mis cinco sentidos para decirte lo mucho que te quiero! -grité.

-¿Qué?

Respiré profundo. Ella parecía sorprendida y algo nerviosa, cuando jugaba con sus dedos era señal de que estaba nerviosa.

-Y una cosa más. Ayer tuvimos sexo.

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HOLAAAA.

Recién terminé de escribir esto lol, así que si encuentran faltas de ortografía, mil disculpas. Escribí deprisa.

ESTO ESTÁ LLEGANDO A SU FIN
y la razón es porque estoy escribiendo otra historia y estoy muy emocionada por publicarlo. Y la otra razón es porque esa historia desde un principio sólo iba a contar con 13 capítulos y escribir más de la cuenta me hizo darme cuenta que la historia fue perdiendo la escencia de lo que tenía planeado.

Sólo pienso terminarla y próximamente editarla.

GRACIAS POR EL APOYO

-LadyBird.