12.- Consecuencias.

143K 9.8K 5.5K
                                    

Consecuencias.

Gracias a lo anterior no pude concentrarme en clases. Toqué mis labios por milésima vez en el día.

No podía creer que había besando a Shawn y él a mi.

No lo podía creer.

Golpeé mi cabeza contra la mesa, lo que provocó que me lastimara la frente y la mirada de unos compañeros y por supuesto la atención de mi profesor. Tallé mi frente. Algunas risitas se escucharon al fondo.

-¿Se encuentra bien señorita?

Asentí aún con mi frente doliendo, los demás volvieron a sus asuntos y yo al mío.

No puedo creer que lo haya hecho.

¡YO BESÉ A SHAWN!

-No nos interesa si lo besaste o no. -mi compañero intervino.

Oh oh.

Se supone que lo estaba pensando. Me ruboricé como las chicas de los libros.

-Gracias, Aria. Por compartirnos esa información, sé que puede ser importante para ti, pero te aseguro que no vendrá en el examen. Presta atención a la clase.

Me encogí en mi asiento.

Amelia me sonrió, le devolví la sonrisa pero nerviosa.

Hice el mayor intento por prestar atención a la clase, pero terminaba recordando a cierto personaje que ayer tenía los labios fríos.

Por cierto, los labios de Shawn eran suaves, podría jurar que más suaves que los míos, lo cual me enojaba ¿como era posible? el dichoso beso...

¿Cómo describirlo?

Fue lindo, quiero decir... Me gustó, el maldito besaba bien.

No pretendía repetirlo. Absolutamente no.

Volveré a ser la misma Aria que pelea con Shawn a diario. En cierto punto me extrañaba mi atrevimiento a besarle, no sabía que había pasado por mi mente para hacerlo.

¡No pasó nada por mi mente!

Lo hice y ya está.

Acéptalo.

Cuando la clase acabó mi profesor me dijo:

-Felicita a Shawn de mi parte, seguro que el beso fue interesante para tenerte toda mi clase en otro mundo. -sonrió. El señor Philips era buen profesor y el pobre trataba de comprender nuestros problemas existenciales. Éramos buenos amigos.

-Lo siento, no volverá a pasar.

-Entonces lo de Shawn no es nada serio. -enarcó una ceja.

-Es...raro. -me senté frente a él. -Se supone que lo odio, ¡usted sabe! Le he contado todo sobre él. Es malo, cruel, no...no hay manera de que me guste ¿comprende? -toqué mi sien. -¿Cree que deba seguir?

-Él te besó...

Me quejé. -Yo lo hice. -lamenté. -¡Yo fui, señor! No puedo ni siquiera hacerlo sentir culpable.

-Ya veo, te gusta.

-¡No! ¿Cómo podría gustarme un chico que me ha hecho miserable la existencia? Se burlaba de mis trenzas, rompía mis flores, me jalaba las coletas, hizo de mi infancia un infierno, señor. -me crucé de brazos.

-Entonces porque lo besaste.

-¡No lo sé! Usted es profesor, debería saberlo todo.

Levantó la manos en señal de culpabilidad.

𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.mWhere stories live. Discover now