𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 | s.m

25.- No llores Aria.

N/A: YA ESTÁ DISPONIBLE EL SIGUIENTE CAPÍTULO DE PPEAS y Shawn's the type of boyfriend.

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No llores Aria.

SHAWN.

-¡Basta!-gritó entre risas. -¡Shawn...pa...ra!-habló entrecortada.

Seguí haciéndole cosquillas, reía a más no poder, mis rodillas estaban acomodadas a su lado, mis dedos estaban en su estómago. Aria se removía y soltaba carcajadas. No era consciente de lo hermosa que se veía así.

Acostada debajo de mi, su cabello disperso sobre la cama, los mechones en su rostro, sus mejillas enrojecidas ...la forma en que sus labios se curveaban cuando reía. Si tan sólo la tuviera debajo de mi de otra manera...

-¡No puedo!-chilló y paré. Reí por lo bajo al verla recuperar el aliento.

-¿Estas bien?

-Sí. -soltó un suspiro. -No vuelvas a hacerlo.

-No vuelvas a quitarme mis muffins.

Asintió derrotada. Aquello comenzó con una discusión de porque se comió mis muffins, nadie se comía mis muffins, se molestó tanto que temí por nuestra relación. La mejor solución fue cargarla a la habitación y hacerle cosquillas.

Así solucionan sus problemas los hombres.

-Ayer mi padre llamó. -dijo de repente.

Me miró preocupada, estiré mis brazos hacia ella. Se acurrucó a mi como un gatito, sabía lo que le afectaba el tema de su padre, la vi llorar tanto cuando el las abandonó, fue la primera vez que me porté como un humano con sentimientos. Ella lloraba y a mi me molestaba tanto que lo hiciera, su padre no merecía que ella llorara por el.

Flashback

-Regreso más tarde, mami. -llamé la atención de mi mamá, dejó de preparar la comida y se dirigió a mi.

-No quiero problemas Shawn. -revolvió mi cabello. -Ya son varios los vecinos que se quejan de ti. -asentí, me sonrió. -Y no molestes a Aria ¿bien? No la está pasando muy bien y no necesita otro problema más ¿entiendes jovencito?

Asentí fastidiado. Salí, listo para dar unas vueltas por el vecindario y tal vez tirar algunos huevos.

Regresaba feliz a casa, la señora Rodríguez, la mexicana que se había mudado hace poco me dio una buena propina por ayudarla con unos sillones. Y yo que iba a tirarle huevos. Era una menos a quién molestar.

-Y con esto me falta cincuenta para el nuevo video juego que...

Dejé de hablar conmigo mismo cuando escuché sollozos, ¿había muerto alguien? Busqué de donde provenían aquellos sollozos. Llegué al jardín de Aria. Hice una mueca al verla llorar.

-¿Estas bien?-pregunté. Me ignoró y escondió su rostro entre sus manos. -Oye...lo siento.

-¿Por qué?-limpió sus lágrimas.

-Lo que te pasó.-fruncí el ceño, me senté con ella en el césped. -Se que tu papá se fue.-pasó el dorso de su mano por sus ojos. -No se lo que siente, pero lo lamento.