14| Cicatriz.

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El castaño resopló con frustración al darse cuenta de que su toalla y su ropa se habían quedado en su cama, no podía salir así del baño; no, claro que no saldría sin ropa y arriesgarse a un posible resfriado, pues Stiles era muy sensible en ese aspecto.

—Genial, Stiles.—se murmuró a sí mismo de mala gana recargando la cabeza en la pared del baño.

—¡Ya llegué, Stiles!—se escuchó la voz de Derek entrando a la habitación.—¿Stiles?

El nombrado se tensó por completo al escuchar la voz de Derek. Tenía dos opciones; no contestarle y hacerle creer que había salido o la segunda opción era hablarle y pedirle su ropa, pero eso implicaba que no sería capaz de evitar que al pasarle la ropa se viera un poco de piel. Pero pensándolo bien, podría pedirle a Derek que cerrase los ojos cuando le pase su toalla y...

—¡Stiles!—la puerta fue abierta de golpe sobresaltando y sacando de sus pensamientos a Stiles, éste al darse cuenta de la situación, se cubrió con rapidez con la cortina de baño.—¡Lo siento!—Derek se dio la vuelta al ver a Stiles con solo la cortina cubriéndole.—Sólo... solo quería ver si estabas bien. No estabas en tu cama y creí que... qué bueno...

—Tranquilo...—murmuró Stiles totalmente rojo, fácil podría competir con un tomate en temporada.—¿Podrías... podrías pasarme la toalla que está... en mi cama?

Derek salió rápidamente de ahí y cogió la toalla de Stiles, para luego volver al baño y tendérsela con los ojos fuertemente cerrados.
Stiles la tomó con rapidez y se la envolvió entorno a su cintura. Soltó un suspiro y recargó la espalda en los azulejos del baño mientras cerraba los ojos, ¿No podría ser más vergonzoso eso?

—¿Ya estás cubierto?—inquirió Derek con la voz un poco temblorosa. Stiles hizo un sonido en afirmación y Derek abrió los ojos con lentitud.—Yo... en verdad lo siento.

Derek hizo un gran esfuerzo por no bajar la mirada al torso de Stiles y deleitarse con tal cuerpo que estaba enfrente suyo en ese momento. Y aunque Stiles no lo estuviese mirando, no dudaba que si bajaba la vista a su abdomen se daría cuenta y comenzaría a reprocharle. Lo sabe porque ya han pasado por esa situación.

Stiles hizo un ademán con la mano restándole importancia mientras abría los ojos. Sus miradas se conectaron por unos segundos; y ninguno apartó la mirada, Derek no se creía paz de hacerlo, le gustaban tanto los ojos de Stiles que al estar mirándole fijamente se pudo deleitar con tal par de ojos que muchas veces le habían quitado el sueño.
Stiles pudo ver los matices de gris y verde en los ojos de Derek de los que tanto le hablaban Lydia y Allison. Y ahí fue cuando comprobó las palabras de sus amigas: Derek tenía unos muy lindos ojos.

Fue Stiles quien rompió la conexión de sus miradas, sacudió la cabeza y comenzó a caminar hacia la puerta a paso rápido y ahí fue cuando Derek la vio.

Cuando las palabras de Scott cruzaron por su mente sintió como el asco y el enojo hacia Barry incrementaba aún más.

Se quedó observando a Stiles unos segundos para después desviar la mirada a sus pies —pues Stiles carraspeó dando a entender que no mirara.— y concentrase en ellos como si su vida dependiese de ello o como si sus pies le fuesen a dar la respuesta a todos los misterios del universo.
Instantes más tarde regresó la mirada a Stiles y éste ya vestía un pantalón un tanto ceñido, lo cual agradeció mentalmente.

Sin tener control sobre eso, sus pies comenzaron a moverse con cautela hacia Stiles y se detuvo justo detrás de él.
Elevó una mano —la cual estaba un tanto temblorosa— y la acercó a la espalda del chico; sus dedos comenzaron a recorrer con delicadeza esa marca que tenía desde el hombro izquierdo hasta la mitad de la espalda.

Let me love you| Sterek.Where stories live. Discover now