Capítulo 1

9.2K 1K 486
                                    

No debí haberle dicho que sí a Jiwoo cuando me invitó a su casa.

No debí aceptar pasar nuestro tercer aniversario allí. 

No debí emborracharme con ella y el resto de su familia en la fiesta de cumpleaños de su hermano. 

No debí aceptar la oferta de su padre para pasar la noche ahí.

No debí aceptar la idea de dormir en la misma habitación que Hoseok.

No debí despertarme al otro día. No desnudo, no en la misma cama que él.

No debí haber hecho muchas cosas, eso lo tenia claro. Tampoco debí vestirme a toda velocidad aprovechando el hecho de que el menor estaba dormido. No me daban las pelotas para enfrentar la verdad, y como si fuera poco, la cabeza me explotaba y sentía nauseas cada que hacia algún movimiento brusco. Pero me lo merecía, eso y mil cosas más, podía confirmarlo mirando las marcas que tenia en el abdomen, que para mi suerte, no llegaban al cuello. 

- ¿Qué mierda hiciste esta vez, Min Yoongi?- Murmuré totalmente frustrado.

Sabía que era un idiota, pero aún sin comprender como había llegado a tal extremo. En ese momento ni siquiera era necesario aclarar que quería despertar un día antes, como si todo eso hubiese sido un sueño, pero era claro que eso jamás ocurriría, tampoco tendría la suerte de que Hoseok despertase con amnesia o algo de eso.

- Mierda, mierda, mierda.- Solté en voz baja mientras me movía el cabello hacia atrás.- Eres un asco, Yoongi.

- ¿Hyung?- Llamó Hoseok frotándose un ojo con el puño cerrado.- ¿Pasó algo? 

- ¿Ah?- Intenté disimular mi reacción poniendo mi típica cara de póquer, que por suerte funciono.

- Uhm.. Nada, olvídalo. Mi cabeza me está matando...- Murmuró casi de un susurro mientras se agarraba lentamente la cabeza.- No recuerdo nada, maldita sea, ¿Cuánto tomé? Diablos.

Suspiré de alivio al escucharlo confirmar que sus recuerdos estaban completamente borrados, pero eso no me hacia mejor mierda, sino que confirmaba el hecho de no tener las pelotas suficientes para decir todo lo que sabia. Ocultarlo no servia de nada, eso era obvio, Hoseok tenia una laguna mental que quizás dentro de un tiempo pueda resolver. El resultado será el mismo, lo sé, pero incluso solo pensar lo que tenia que decirle me dolía, y era un dolor horrible. 

Hoseok levantó la sábana que lo cubría para ver que se encontraba desnudo, instantáneamente me miró asustado y preguntó:

- ¿Hyung... tú...?

- Desperté en el suelo Hoseok, no tengo idea de porque estás así, no recuerdo nada tampoco.- Mentí maldiciendo cada parte de mi estúpido cuerpo, que reaccionó instantáneamente cuando nuestras miradas se cruzaron.- De todas formas, ya me voy.

- Oh, espe..- Dijo Hoseok unos segundos antes de que cerrara la puerta después de salir de la habitación.

No quiero verlo, ni a él, ni a Jiwoo, ni a nadie. Solo quiero ir a mi casa y ahogarme nuevamente en la razón que provoco esto, el alcohol, y me importaba una mierda que sean las 5 AM. No me iba a quedar allí por mas tiempo, la erección que tenia entre mis piernas me avergonzaba lo suficiente como para andar tranquilo y despreocupado en ese lugar.

Eres mierda Yoongi.

- ¡Yoongi hyung!- Susurró casi en voz alta Hoseok, que había abierto la puerta nuevamente. Cuando voltee a verlo me arrepentí a los segundos, ya que el menor llevaba únicamente unos bóxer rojos que le quedaban jodidamente bien y eso no era correcto, no para mi.- Quería agradecerte por estar con mi hermana, confío en que alguien como tú jamás la lastimaría. Felicidades por cumplir 3 años juntos.- Agregó, para luego dedicarme una sonrisa que me permitía ver sus dos hoyuelos acompañados de sus dientes.

Eres una puta mierda, Min Yoongi.

Maldita sea, Hoseok. ¿Cómo fue que llegamos a esto? Soy el mayor error que pudo interrumpir la vida de tu hermana. La voy a lastimar, joder, lo haré y no es algo de lo que estoy orgulloso. Me odio, odio a Hoseok, odio esta casa, odio todo. Pensarlo solo empeoraba la situación, dejándome a entender lo basura que era por acostarme con el hermano de mi novia en su propia casa, en la noche de nuestro tercer aniversario.

- Gracias, supongo.- Contesté para luego voltear y caminar hacia la escalera.

Hoseok me siguió, y aunque aún solo llevaba el maldito bóxer rojo, insistió en acompañarme a la puerta. Cuando bajamos, él me miró unos segundos para luego apartar la mirada y agregar:

- Hyung... ¿Puedes guardarme un secreto?- Susurró muy bajito, pero lo suficientemente alto como para que yo pueda oírlo.

-Claro.- respondí.

- Aunque no lo recuerde, creo que hice algo malo anoche, hyung. Me duele todo el.. ya sabes, el culo. Me duele mucho caminar. ¿Crees que haya sido por alguna caída? Debo ser él borracho más idiota de toda Corea. Mierda.- Se quejó el menor, acariciando su culo mientras ponía muecas de dolor.

Intenté mantener la cordura, lo juro, pero aún siendo mil veces más basura que siempre, no pude evitar reírme exageradamente ante tal comentario.

- Shhh, shh.- Me calló el menor, o al menos eso era lo que intentaba mientras tapaba mi boca con sus manos.

- Diablos Hoseok, es muy temprano para... para esos comentarios.- Respondí tras poder calmarme y retomar el aire. 

- No estaba bromeando, hyung, creo que me caí de las escaleras.

No contesté nada, simplemente tomé el abrigo que había traído y dejado en el sofá la noche anterior, para dirigirme a la puerta con intención de irme de allí lo mas rápido posible. Es decir, ¿Qué otra cosa le podría haber dicho? A diferencia de él, yo si recordaba todo, y eso solo me dejaba más en claro la falta de pelotas que tenia al no poder decirle nada. Aun así, intenté no ser muy obvio a la hora de escapar de aquel lugar que me mantenía ahogado, caminé una cuadra y al girar en la esquina me eché a correr, esperando que al correr mis malos pensamientos, deseos y acciones se queden atrás. Pero jamás iba a pasar eso. Yo más que nadie sabia muy bien que en algún momento tendría que enfrentar la verdad: 

Me calienta el hermano de mi novia, y eso pasa desde hace mucho tiempo.







It's a secret, hyung. « YoonSeok »Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin