8. Donas (parte II)

29 2 6
                                    


-Se supone que debía quedarme una hora más como todos los días- indico mientras mi amigo me ayuda a colocarme la mochila.

-Sólo por un día que faltes no creo que pase nada- contesta Leo acariciando mi cabello.

-Eso es lo que tú crees- agrego empujando ligeramente su pecho con mi dedo índice.

Él ríe revolviendo mi cabello y yo hago un puchero frunciendo el ceño.

De repente veo a Jack ingresar al aula en la que se supone debería estar yo.

-¿Pasa algo?- pregunta Leo mirándome confundido.

-Necesito...necesito sacar algo de allá- señalo con mi dedo la puerta por la que entró el chico de lindos rulos cafés y ojos celestes.

Agradezco que las personas hayan desaparecido del pasillo, así puedo correr.

De inmediato avanzo hacia esa dirección, pero los brazos de mi amigo se cierran en mi cintura abrazándome por atrás, lo que me sorprende tremendamente.

-Vámonos a comer donas- dice aún abrazándome.

-Leo...- trato de soltarme pero él es más fuerte, por lo que no lo consigo- en serio...es urgente.

-No vayas.

Voy a responderle, pero besa mi mejilla haciéndome sonrojar.

¿¿¡QUÉ LE PASA!??

Sigue dando pequeños besos en mi mejilla derecha y yo sigo estupefacta.

Abro los ojos completamente cuando veo a Jack salir del aula volteando a ambos lados del pasillo. Seguro para buscarme.

Nuestras miradas chocan y sus hombros caen al ver al chico que me besa la mejilla.

La misma mejilla que él también besó muchas veces y en la cual se forman esos hoyuelos que tanto le gustan.

Yo abro los labios para hablar, pero me arrepiento de abrir la boca cuando su ceño se frunce y se coloca los audífonos para salir del instituto dando zancadas.

-¿Nos vamos?- pregunta Leo, indiferente a lo que acaba de pasar.

-Yo...- veo a través del cristal de la puerta cómo el auto del chico que tanto quiero se aleja a toda velocidad por la avenida.- Sí... va...vamos.

Leo suelta mi cintura y me toma de la mano para salir hacia su auto.

*******

No he podido quitar la imagen de Jack yéndose enojado del instituto luego de mirarme con Leonardo.

-¿Ya te decidiste?- pregunta mi amigo por tercera vez, sin embargo, mi cabeza está en otra parte, por lo que no puedo decidir si quiero la dona de chocolate o de fresa.

Debe ser doloroso ver a la persona que quieres en los brazos de otra persona, pero...¿él me quiere?

No. Él jamás dijo eso, nunca dijo que me quería ni que sentía algo por mí.

Wow. Sí que duele recordar eso, más que todo porque yo sí lo quiero.

¿Así se siente no ser correspondida? ¿Tanto duele querer a una persona? No estoy segura, porque jamás he querido a alguien como a él.

A mi primer novio, no lo quise, ya que como dije sólo estuve con él por la presión que ejercía mi círculo social.

El único chico que, hasta ahora, me hace sonrojar, sentir cosquillas en mi estómago, ponerme nerviosa y tartamudear es Jack.

Y...llegasteWhere stories live. Discover now