Quattro: una realtà

1.3K 220 88
                                    

Déjame a través de mi mirada darte todo mi esplendor. Déjame quedar aquí, déjame besarte ahí
donde guardas tus secretos, los más oscuros y los más bellos.
Te regalo- Carla Morrison.






Acepto que mis ideas jamás son tan buenas cuando les doy acción, a cuando las pienso. Y bueno, sintiéndome aveces el agente 007, termino siendo como un mr. Bean.

Después de Viva Polo, con la canción de TaeYeon en mi cabeza y el ánimo del guapo KyungSoo, se me ocurre que lo mejor es ir a pedir disculpas personalmente a YiXing. Pero oh sorpresa, no tengo idea de donde viven, lo que me lleva a urgar en la oficina sus contratos donde viene toda su información personal. Sería tonto pensar que no vivieran juntos cuando son un matrimonio.

La idea original iba de meterme cual espía a la empresa, robar su dirección e ir hasta donde habitaban, pero daba la tremenda casualidad que habían cambiado al guardia recién una semana atrás.

El panzón de Lee había cambiado por un tal Kim que a duras penas y reconocía rostros, bueno, que el señor ni siquiera podía ver un objeto sino estaba a un metro de distancia.

Pasé quince minutos en la entrada tratando de que me dejara pasar ¡exigí prioridad por ser jefe de todo un piso! Pero no era nadie entonces si mi estúpida huella no pasaba en el lector de seguridad. Frustrado seguí en la espera, hasta que el guardia ciego Kim me dejó pasar.

En la idea original también se encontraba el infiltrarse en recursos humanos para obtener la información, pero ahí gasté otros quince minutos porque a todos se les ocurrió que en viernes podían irse temprano. Opté por meterme en la oficina de Wu y probar mejor mi suerte.

Por cosa divina, o simplemente porque la vida estaba a un pelo de gritarme "ya, ya. Aquí tienes, deja de joder", encontré cómo localizar la casa del matrimonio. Justo esa mañana, a Wu le había llegado una carta de la embajada de China en Corea, me hacía entender que tal vez ellos ya habían logrado obtener la nacionalidad. Ahí estaba escrita su dirección y ya era la perfecta forma de ejecutar el plan dos.

Antes de irme le eché una miradita a la oficina del malote de YiFan y sobre el escritorio había dos marcos con fotos. La primera mostraba a dos niños y la segunda a el matrimonio.

Caí en cuenta que esos dos eran noviecitos desde chiquitos y me pegué otra vez, recordándome que si ellos se separaban, el karma enorme vendría a mí a picarme más bolas por ser tan idiota.

Y todo eso me lleva aquí, a donde bajo la cabeza ante YiXing, porque aunque encontré su casa y me dejó pasar, mi plan dos no estaba funcionando por lo avergonzado que estaba. Era difícil pedir perdón sino tenía palabras correctas para sanar su chinito corazón.

Como puedo, me las ingenio en una disculpa que parece más sincera, él la nota y me siento contento de que entienda el esfuerzo que hago. YiFan pone de su parte, siguiendo mi teoría de que posiblemente, en un caso remoto, él y yo no nos acostamos. Era complicado, pero es que tampoco teníamos la certeza de haber estado juntos, si estábamos tan borrachos como para mantenernos siquiera de pie.

YiXing, supongo que cansado de todo este juego del infiel y las inseguridades, termina por perdonar -ahora sí- a su torpe esposo, y de paso a mí cuando lo único que necesito es ello.

No se sorprende mucho cuando en ellos se nota bastante la tensión sexual que una reconciliación trae consigo. Pero por más que les explico que tengo que irme, ellos insisten en que es muy tarde y me dejan quedar.

YiXing me deja ponerse un pijama suyo y tengo ganas de darle un aumento, porque la verdad ese hombre era como un angelito que nadie merecía.





















SIRIUS »BaekSooWhere stories live. Discover now