Sei: nuovo mondo

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Todo el tiempo estoy pensando en ti, en el brillo del sol, en un rincón del cielo. Todo el tiempo estoy pensando en ti, en el eco del mar que retumba en tus ojos, soñé.
Soñé- Zoé


[KyungSoo]

No supe cómo, de qué forma o en qué momento sucedió, pero de que algo pasaba mal por mi cabeza, eso era seguro.

A mi edad era interesante el número de conquistas que tenía, quizá unas dos o tres personas y era decir mucho. La gente no se quedaba más tiempo conmigo cuando sabían sobre mi incapacidad auditiva. Con los años eso me molestó mucho, cuando era niño todo parecía normal, pero en la adolescencia, el hecho de que no escuchara, parecía un defecto peor que un rostro desfigurado.

Año tras año aprendí y sí, mi autoestima mejoró, la madurez me alcanzó y mostró de una forma distinta el mundo. Un mundo en el que también yo podía existir y en el que quería ser notado.

A comparación de mi adolescencia, la adultez me trajo a dos personas de las que me había enamorado. Mi orientación sexual se podría definir como bisexual, las chicas eran tan lindas como los chicos, y parecía una burla para esos "rectos" amantes del camino "natural". Discapacitado y gay, linda cosa cuando me conocían más.

El camino de las relaciones se me cerró cuando le pedí a mi ex novia terminar, todo porque, a pesar de su amor inicial, no parecía aun lidiar bien con mi sordera. La comprendía, a mi me llevó mi corta vida vivir con eso y seguro a ella la estaba invadiendo por completo. Con buenos términos y un abrazo de despedida, no la volví a ver.

Pasaría ya un año de eso y con sinceridad podía decir que me estaba haciendo una pausa en el amor. Pero, soy tan descuidado conmigo, tan incumplido, que volví a caer en eso de fijarme en alguien.

No era amor, pero la fascinación que sentía por Byun BaekHyun había sido imparable. Como aquel fumador que promete no volver a tocar un cigarrillo en su vida, pero a escondidas fuma y luego se come pastillas de menta para que nadie sepa de su pecado, engañándose también de que era fuerte al tabaco. Yo era así, viendo la situación, actuando en ella, pero negando que lo hiciera.

Dejé a BaekHyun pasar los límites de muchas formas, desde información personal, hasta mordidas que aun se veían frescas en mis piernas. Y demonios, era inaudito ver que sus dientes seguían marcados ahí y la mente no se despegaba de la imagen que me ofrecía su sonrisa.

Hace una media hora de su partida, pero la verdad no parece haber pasado tanto desde que estoy en el sofá. Su recuerdo me tiene algo muy estúpido y aunque intento distraerme todo es claro.

La puerta del departamento se abre y un SeHun con rostro sereno de momento me hace sentir culpable, aunque no sepa de qué.

-¿Ya comiste? -me pregunta en lenguaje de señas, yo niego- le dije a HaYoung que trajera pizza, al final no pudimos salir porque la señora Jung la estaba buscando.

-Genial.

Respondo igual mientras trato de recordar por qué había prendido la tv sino me gusta... Y no la escucho. SeHun se pasa de mí y no sé si va a la cocina o a su habitación, pero eso es suficiente tiempo para pensar otra vez en mis acciones.

La verdad eso no dura, hubiera sido perfecto volver a quedarme solo con mis pensamientos, pero SeHun no es de ese tipo. Él regresa con una barra de cereal, se sienta en el sofá de la esquina y mira alternando entre la tv y yo.

Cosas que odio de SeHun: ser solamente SeHun.

Cuando entrecierra los ojos, puedo predecir lo que va a decirme.

SIRIUS »BaekSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora