Cobarde ( Carlos de Vil )

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Imagina que ...............

Los chicos estaban jugando Verdad o Reto. El juego transcurrió con normalidad. Preguntas intensas e indiscretas por partes de las chicas, retos ridículos y bizarros por parte de los chicos.

Ahora era el turno de Chad.

Miro a Carlos , pensando en el desafío perfecto para humillarlo. Luego, miro a __________________, y se le ocurrió una idea. Sonrió maliciosamente

— Carlos—comenzó. El pecoso ni siquiera se sorprendió de que Chad lo hubiera escogido, pues todos sus turnos pasados lo había retado a hacer cosas estúpidas — Te reto a que... —ante la pausa dramática, Carlos enarco una ceja. ¿Qué tontería seria esta vez? — ¡Beses a __________________ en los labios! — finalizo.

Carlos abrió los ojos como platos, mientras se sonrojaba furiosamente. ¿Qué? ¿Era enserio?

La azabache también estaba sorprendida ante semejante reto, pero sonrió emocionada. Ella sabía que el hijo de Cruella jamás se echaría para atrás ante un desafío

—Esto se puso interesante — comento Jay. Evie soltó una risita, Mal los miraba con cierta picardía, Ben lucia curioso, y Jane aburrida. Odiaba cuando la hija de Blanca Nieves era el centro de atención.

—Vamos Carlos, ¿o es que no te atreves? No me digas que eres... un cobarde  —lo tentó Chad, saboreando la última palabra.

Carlos lo fulmino con la mirada. Después, esta se desvió a la azabache, quien estaba frente a él sonriente, esperando.

Trago duro. No, no era un cobarde. No podía echarse para atrás, menos ante un absurdo reto de Chad. Además, no es como si fuera la primera vez que se besaran, aunque normalmente ella era la que lo hacia. Pero aun así, no era algo nuevo.

Un tonto y estúpido beso, y listo.

Lento y vacilante, comenzó a gatear hasta quedar frente a ella. __________________ lo miraba con expectación, y tras soltar una risita que le puso los pelos de punta, cerró los ojos.

Los latidos del pecoso podían escucharse a kilómetros. Sudor caía por su sien, y le hormigueaban las manos. Sentía las penetrantes miradas de todos, atentos a cada movimiento que el hacía. Incluso Jane, que fingía no estar interesada mirándose las uñas, pero sus ojos en realidad estaban atentos a la escena que se estaba dando frente a ella.

Cerro los ojos, intentando ignorar todo a su alrededor. Concentrándose en un solo objetivo, besar a la azabache...

... ¿QUE?

La hija de Blanca Nieves estaba ahí esperando, lista para recibir el beso de su amado, cuando sintió una corriente de aire pasar junto a ella. Abrió los ojos confundida, encontrándose solo con las miradas curiosas de sus amigos

— ¿Y Carlos? — pregunto la azabache 

— Huyo — contesto Jay a su pregunta 

— Lo sabía, Carlos es un cobarde—  sentencio Chad burlándose, mientras se cruzaba de brazos de manera triunfante.

—Simplemente no quiere besarla. Digo ¿Cuándo ha querido? — comento maliciosamente Jane, principalmente para enfadar a __________________.

— Cállate Jane, Carlos solo es tímido... — trato de excusarlo Evie

— Es un cobarde, y punto  —volvió a recalcar Chad

La azabache le frunció el ceño, pero luego suspiro decepcionada. Sin percatarse que desde la seguridad de un árbol cercano, cierto pecoso escondido escuchaba cada palabra, bastante furioso.

( .................. )

Ya había caído la tarde.

__________________ regresaba de haber pasado el resto del día con Mal y Evie en el jardín, visiblemente de mejor humor. Se dirigía hacia la academia cuando de repente sintió que alguien la jalaba bruscamente del brazo hacia unos arbustos.

Era Carlos. Ella lo miro sorprendida, y antes de que pudiera siquiera parpadear sintió los labios de el chocar torpemente contra los suyos. Sin darle tiempo a reaccionar,Carlos rompió el contacto y en un abrir y cerrar de ojos, desapareció. 

__________________ se quedó un rato ahí parada, en estado de shock. Acaso... ¿El peli-blanco la había besado?

Todo paso tan rápido, ¿Desde cuándo él era tan rápido?

Se llevó los dedos a los labios, que aun sentían el sabor del inesperado beso. Sonrió enormemente. ¡Carlos la beso! ¡Carlos la beso! Soltando una risita llena de felicidad, entro a la academia corriendo desesperada por contarle a Mal y a Evie lo sucedido.

Oculto en las ramas de un árbol, El peli-blanco la miraba con una sonrisa triunfante y de satisfacción mientras inconscientemente sus dedos rozaban sus labios.

Oh si, Chad tendría que tragarse sus palabras.

Él no era un cobarde.


Imaginas de Cameron Boyce ......Where stories live. Discover now