Baz 3

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Todo fue muy perfecto, hasta que me despierta un ruido en el estómago y veo a Snow dormido junto a mi, las últimas horas han sido perfectas, hermosas, la relación con Simon llegó que otro nivel.
He deseado hacerle el amor con Simon Snow, tanto tiempo que hoy parece otro de mis sueños.
Primero voy a ir a cazar antes de seguir admirando los risos dorados sobre la almohada o el dulce olor de Snow. Me levanto muy despacio y siento una presión en mi pierna y noto la cola de Snow enrollada en esta, intento desenredala lo más lento posible para no despertarlo, creo haberlo logrado y comienzo a poner los pantalones, hasta que notó los ojos azules de Snow clavados en mi, el enrolla su mano para rascarse el ojo y mientras hace eso me pregunta:
- ¿A donde vas?
Al ver la tierna escena No me puedo resistir a esa imagen y me acerco a el y le doy un beso en la frente mientras respondo.
- A cazar, me muero de hambre, ya vuelvo mi amor.
Me mira un poco confundido, tratando de asimilar la información que le acabo de dar. Y de un momento a otro se me tira a los brazos llorando y entre cada sollozo, logró entender lo que dice.
- No te vallas, si quieres muerdeme a mi, pero por favor no te vallas.
Esto me sorprendió mucho, ¿Acaso escuche bien?
De pronto me inundó una sensación de pánico y solamente tomó a Snow en mis brazos, no quiero saltar a conclusiones y trato de rectificar lo que acabo de escuchar.
-¿Qué sucede Snow, estas bien?
De nuevo entre sollozos responde, intento entender lo mejor posible.
- Tuve... Un sueño, no una pesadilla, te mataban mientras salías de caza.
En este punto ya llevaba tanto llorando que ya estaba ahogándose al hablar, me agachó para quedar al nivel de sus ojos, y veo sus rizos dorados caer sobre su rostro, sus hermosos ojos azules, llenos de temor, e inundados de lágrimas.
Tomó su rostro entre mis manos y con el pulgar de cada mano, seco sus lágrimas, alejando las de sus tiernos ojos. Cuando terminó, el se calma y me mira, puedo captar el miedo en su mirada, lo vuelvo a abrazar y lo sostengo con fuerza entre mis brazos y siento como el corresponde el abrazo y hunde su rostro en mi pecho, puedo sentir sus cálidas lágrimas bajando por mi pecho, también puedo sentir su corazón latiendo con fuerza, como si en cualquier momento se fuera a salir de su pecho. Todo me conmueve pero tengo hambre, pero tampoco puedo dejar sólo a Snow y menos en este estado. Me vuelvo a meter en la cama y Simon se acomoda junto a mi, aun con sus brazos al rededor mío, aferrados con fuerza. Y lentamente siento como el corazón de Snow vuelve a su ritmo normal, hasta que se vuelve a quedar dormido. El hambre me invade, mis instintos comienzan a encenderse, dejando de lado la razón y siento un deseo enorme de morder al hombre acostado junto a mi.
Me acerco lentamente a su cuello, siento como mis comillas salen entre mis encías, no se que estoy haciendo, estoy demasiado cerca de las venas del cuello de Snow, alcanzó a imaginar la sangre bajando por mi garganta, pero en ese momento Simon se mueve dormido, y logró entrar en razón de lo que estuve a punto de hacer, siento asco de mi mismo por la sola idea que paso por mi cabeza, morder a la persona que más quiero en esta vida, siempre preferí morir antes de hacerle daño a Snow, nose como pude siquiera considerar la idea de profanar su hermosa sangre con mis asquerosos colmillos, desde que me salvo la vida con un beso, cuando trate de suicidarme, me prometí a mi mismo, nunca dañar un solo cabello de mi salvador, Simon Snow.
Me invadió un temor profundo, y si esa sensación volvía. ¿Sería capaz de volver a entrar en razon?. No quiero quedarme a averiguarlo y salto de la cama, Simon se despertó asustado, yo solo tomó mi camisa y salgo de la habitación sin mirar atrás, al llegar a la puerta del apartamento puedo escuchar los sollozos de Simon a través de la puerta, ese sonido me parte el corazón, pero no puedo arriesgarme a volver adentro con hambre de nuevo.
Al llegar a la calle veo un venado caminando por la acera, me avalanzo sobre aquel animal, lo dejo seco, lego me percate de que todavía estaba en la calle y que alguien hubiera podido verme, pero por suerte no fue así. Luego me deshago del cuerpo del animal por un barranco y me dirijo hacia mi casa.

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