Baz 10

140 16 0
                                    

Pasaron los meses hasta, yo dormía con Simon pero me iba en la mañana por ropa para el trabajo y solo nos veíamos en la noche. Era muy agotador la rutina que llevábamos, no veo la hora de ya mudarme con ese idiota, solo es cuestión de días para poder cumplir bien mi promesa.


Llegó el día y Bunce tomó por fin un avión al otro lado del mundo, espero que sea feliz.
Estoy llenado a mi casa por mis cosas para poder llevarlas al apartamento. No tarde mucho en organizar mis cosas, es casi lo mismo que llevaba todos los años a Watford, ropa un poco mas y formal, uno que otro libro de más y mi caja secreta que no quiero que Snow vea. Todo fue fácil y rápido ya que la habitación era grande y Simon no tenia tantas cosas como para llenarla. Sabía que Bunce le había dejado la habitación principal a Snow porque ella sabía que yo iba a pasar bastante tiempo aquí, más que en mi propia casa.
Nos faltaba poco, solo una caja que iba en el armario y acomodando las cosas vi un pequeño destello dorado, al detallar lo me doy cuenta que es la condenada cruz de Snow, el se dio cuenta de que la encontré, no quiero pelear por lo que solo salgo por la puerta sin decir nada. Pasan horas antes de que decido volver a casa.
Cuando entro veo que Simon esta sentado en la sala ya casi sin uñas, se nota que estaba ansioso y asustado.
Solo le digo - Explica- y el solo se sigue comiendo las uñas y comienza a cambiar por toda la sala. Se que esta muy asustado por lo que decido acercarme a el y le pregunto
- ¿Snow que sucede?
No sabe que hacer se le nota en la mirada.
No puedo negar que estoy molesto pero antes que nada quiero oír lo que tenga que decir. Aun no entiendo porque esta tan nervioso. Lo tomo por los hombros obligandolo A mirarme y vuelvo a preguntar
-¿Snow qué sucede?
Al ver que no responde vuelvo a pregúntale, el está tan nervioso que las manos le tiemblan demasiado, no lo veía así desde el último enfrentamiento con el Hudrum en mi casa, se nota que intenta reunir el valor para hablar, en ese momento por algún motivo todo mi enojo se desvanece al verlo de ese modo frente a mi.
Casi llorando me dice con una voz muy entre cortada:
-¿Recuerdas el sueño que tuve la noche de nuestro aniversario, en el que alguien te mataba?
Muevo mi cabeza en seña de afirmación mientras lo abrazo para que pueda continuar.
-Lo único que pude ver de la sombra fue la cruz que colgaba en su cuello y por eso ni te podías defender y así lograba matarte, por eso la conserve, mientras esté aquí se que nadie podrá tenerla y así estoy más tranquilo cuando sales a cazar en las noches, de este modo no podrán hacerte daño.
Veo que Simon nota la sangre que aún quedaba en mis labios y se que se alcanzó aterrorizar por un momento y lo abrazo con más fuerza para que se le quiete ese sentimiento, pero se logra safar de mis brazos y se dirige a la habitación y se que no se demoro en dormirse porque los ruidos que provenían de esta cesaron rápidamente, no se si deba entrar o dormir en el sofá.

Juntos Por Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora