Dulce tentación - Mangloy

ɖʊʟʐօʀ քɨċaռtɛ

Suspiro por enecima vez desde que la rubia había dejado la mesa en la que amabas estaban sentadas esperando su helado. Miro de reojo donde se encontraba la niña de preciosos ojos azules, ella reía nerviosa por los cumplidos de aquel joven encargado.

"Maldito forro de mierda"

Ella sabia de sobra que a Joy le desagradaba los comentarios o piropos. Su amiga se enfrentaba a una realidad dura desde su niñez que se basaba en sonreír y aguantar "lindos comentarios" gracias a su familia que deseaba conseguirle un buen esposo.

— Y entonces, ¿Me pasas tu número linda? — Comentó coqueto el chico mientras se recargaba en la barra donde atendía, impidiendo a Joy sujetar su pedido.

— EH... Yo

Se podría decir que la albina estaba ardiendo en ira, y si que se noto cuando golpeo la mesa antes de ir en ayuda de su amiga. Camino con decisión mientras con la miraba asesinaba a aquel chico que se intentaba pasar de listo. Una sonrisa fingida se poso en sus labios al llegar que finalmente término en el oído de la rubia a forma de beso, ella río levemente. Era su punto débil.

— ¿Sucede algo, cari? — Preguntó mientras rodeaba los hombros de Joy con sus brazos.

El suspiro de alivio de Joy la animo a seguir, en el fondo tenia miedo de que ella la alejé por su "actuación" porque claramente estaba haciendose pasar por su novia. "Novia". Su corazón dio un salto de emoción, o así lo sentía ella.

— Oh, nada. Ya me estaban dando nuestras ordenes, ¿Verdad? — La alegría en su voz, oh, cuanto le gustaba.

— Si... — El chico con una mueca de disgusto y asco dejó de lado la bandeja para irse a otro lugar murmurando cosas, que ahora ya ni importaban.

Entre risas, ambas se dirigieron a una mesa apartada. Meg, por supuesto, volteo a ver al chico sacándole la lengua y el dedo medio.

El resto de la tarde, la albina aprovecho en "ser la novia" de Joy.