19 | Estar viva

1K 59 38
                                    

Narrado por: Kakashi Hatake

Anko se deja caer dentro de la cueva en el desierto después de haber prendido una fogata mientras yo sello la entrada con un jutsu de Doton. Mientras atravesábamos el terreno arenoso, nos tocó el infortunio de una tormenta de arena así que, hemos tenido que refugiarnos hasta que ésta pase. Ha sido suerte para Anko ya que, desde antes de llegar al desierto, la señorita quería descansar, pero no se lo permití.

Después de sellar la cueva para que no entre arena, voy a dónde está ella, encontrándome con una agradable vista. Está acostada en el suelo, con su mochila funcionando cómo almohada y su abrigo sin cubrir ninguna parte de su perfecto cuerpo, salvo sus brazos. Está comiendo dangos de los que le compré antes de partir. La forma en que su boca se abre y sus labios toman una de las bolitas del palo de madera me hace pensar en cómo será sentir esos finos labios besándome el cuerpo.

—Kakashi, quita esa cara de tonto y ven a aquí a comer unos dangos—su voz me saca de mis pensamientos.

Suspiro y voy a sentarme a su lado, tratando de no observar su tentador y bello cuerpo. Ella me pasa una brocheta y yo sólo la miro. ¿Y si yo se la diera de comer a Anko?

Me quito la máscara e introduzco una de las bolitas dulces en mi boca. Llamo la atención de Anko cuando dejo caer los dangos restantes al suelo. Ella se levanta rápidamente, pero antes de que pueda reclamarme, beso sus labios y meto el dango dentro de su boca. Ella se separa de mí para masticar y al acabar su labor me mira seria.

—Si no fuera por ese beso, te mataba, y las ganas no me sobraban—dice y después se lame los labios, cómo hace antes de cada pelea.

—Sé que aún quieres matarme, porque es tu naturaleza, pero estás conteniendo tu deseo—arqueo mi ceja visible.

—No me conoces, Hatake.

—Creo que tú tampoco me conoces bien.

Antes de que pueda reprochar, vuelvo a besarla. Ella rodea mi cuello con sus brazos y me atrae más hacia ella mientras que vuelve a acostarse en el suelo. Coloco mis codos a cada lado de su cabeza mientras sigo besándola. Después de un tiempo, una de mis manos se posa en su cintura, masajeando esa parte de su cuerpo. Cuando estoy pensando en cambiar de posiciones, ella separa sus labios y me mira con una sonrisa a la vez que una lágrima rueda por su mejilla izquierda. La miro confundido mientras mi mano que estaba en su cintura limpia esa lágrima.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? —pregunto y ella me mira con los ojos entrecerrados.

—No estoy llorando, tarado.

—Entonces, ¿qué fue lo que vi?

—Nada.

—Ya dime, no tiene nada de malo expresarle nuestros sentimientos a alguien.

Ella resopla, pero vuelve a sonreírme mientras otra lágrima se le escapa. Me quedo callado para evitar hacerla enfurecer.

—Simplemente me está gustando estar viva.

Anko vuelve a atraerme a ella, pero ahora me abraza, fuerte. Me dejo caer sobre ella, pero parece no importarle, sigue abrazándome de la misma forma. Le acaricio el cabello mientras pienso que qué es lo que estoy haciendo.

Debajo de mí esta una persona que parece estar abriendo las puertas de su corazón y yo, las mías las mantengo entrecerradas, todo a base de mentiras y verdades, más las primeras que las últimas, sin poder responderle de la misma manera. Debería golpearme la cabeza contra la pared por lo que estoy haciendo. Suspiro enfadado.

— ¿Pasa algo? —el abrazo de Anko pierde un poco de fuerza.

No puedo decirle lo que realmente está pasando y preguntar por Orochimaru tampoco es una opción, pero podría hacerle algunas preguntas tontas o triviales.

Me quito de encima de ella, colocándome a su lado. Mi cabeza también está sobre su mochila, nuestras narices se rozan, su brazo izquierdo descansa sobre mi cuello y mi derecho sobre su cintura. Le sonrío.

— ¿Por qué te fijaste en alguien cómo yo? —pregunto y ella se ruboriza.

—Porque te admiraba, aún lo hago, pero cuando comienzas a tratar a una persona más de cerca, las cosas evolucionan—dice mientras sus mejillas se tornan un poco más rojas.

—Algo me dice que falta una cosa—la miro divertido.

—Está bien, también eres guapo.

—No bromees, si parezco un anciano.

—¡Qué tonto! Si eso es lo que querías escuchar—una pequeña risa de su boca—. En ese caso, eres un anciano muy apuesto.

—Ya, hablando en serio, ¿por qué aceptaste tener una relación conmigo?

—¿Acaso no escuchaste que las cosas evolucionan? Además, también me has aceptado cómo soy.

—Cuéntame más—Anko acaba de picar mi curiosidad.

—Hasta parece que estoy hablando de Orochimaru de tan interesado que estás—detecto un poco de molestia en su voz.

Anko Mitarashi: 1. Kakashi Hatake: 0.

—Eres la primera persona que ha podido convivir conmigo todos los días desde hace mes y medio. Esto es hablando de parejas, porque si metemos a Kurenai ella me ha soportado más que nadie—continúa Anko—. Mis parejas anteriores sólo pudieron soportarme una semana.

—Pero somos novios desde hace pocos días, no hay comparación.

—Tú que eres muy inteligente, ¿cuánto tiempo llevamos comportándonos cómo si lo fuéramos?

Anko Mitarashi: 2. Kakashi Hatake: 0.

—Tienes razón, son más días. ¿De verdad nadie te ha soportado más tiempo?

—No, en cambio, tú te has quedado a pesar de verme en mis estados más extremos.

Anko me da un beso rápido en los labios y se acurruca contra mí. Ahora yo la abrazo fuerte mientras inhalo su magnífico olor a lavanda.

— ¿Por qué has dicho de que te alegras de estar viva? Tenía entendido que preferirías no estarlo—digo y ella mueve su cabeza diciendo que no.

—Porque tengo a alguien en quien apoyarme, además de Kurenai, alguien que no juzga a la chica agresiva cuando llora, alguien que pudo querer y entregarle cariño sin esperar algo a cambio en específico, sexo.

Anko, ¿qué he hecho para merecerte?, pienso mientras ella se va quedando dormida entre mis brazos. Cuando está totalmente dormida, le quito su banda y sus armas para colocarlas a un lado. Hago lo mismo conmigo y vuelvo a abrazarla. Antes de cerrar los ojos, le doy un beso en la frente, agradeciendo su sinceridad ante una persona que ha puesto varias barreras entre ella y su corazón para poder cumplir su objetivo. Orochimaru muerto y ella feliz, siendo libre por primera vez.

-----------------------------------------

¿Pensaron que habría lemon en este capítulo? Pues los engañé xD

Volviendo a la seriedad, espero que les haya gustado el capítulo de hoy. ¿Les está gustando cómo va evolucionando la historia? Si es así, dejen un suculento comentario (de verdad, me gusta leer sus comentarios, y más si son graciosos xD)

AVISO: Es posible que no publique capítulo la siguiente semana, porque saldré de viaje a Sevilla (estoy demasiado feliz), pero trataré de publicar capítulo nuevo este domingo.

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO: Anko y Kakashi regresan a la Aldea de la Hoja

Nos leemos en el siguiente capítulo, los amo mucho.

Herramienta (Kakashi x Anko) #NA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora