Angel guardián [ HAMILTON]

Capitulo 18

Lo que había pasado en la comida aún era muy confuso para Philip.
¿Porque su padre no le quitaba la mirada encima? Pues uno no es idiota como para no percatarse de eso.

Y hasta John se había dado cuenta de eso, desde que había vuelto a casa Alexander miraba a su hijo con un rostro consternado, confundido, asustado.

¿Porqué?

Eso confundía mucho a los dos pecosos, sin embargo ya verán ese tema muy pronto, ahora el ángel guardián tenia que pasar la poca información que escucho de la conversación de Alexander y Eliza.

— Antes de que Alexander hiciera ese acto en la comida. - Philip volteó a verlo con curiosidad.
La cena había terminado, así que el pequeño pecoso se encontraba en su habitación escribiendo miles de poemas de forma anónima para una persona...
Que solo sabia John. — Escuche que la Sr. Hamilton quería invitar a la familia de Burr.

— ¿enserio? - le sorprendió que su madre quisiera invitar a la familia de Theo, pues ahora que la propaganda para la presidencia esta hasta las nubes no parecía una idea muy sensata.

— sí, sin embargo Alexander sabe que no seria una buena idea invitarlos... Ahora, ya que tarde o temprano sabrán lo que se traen entre manos.

Si burlarse del niño es parte de su trabajo como protector...
Esta haciendo el mejor trabajo posible.

— ¿¡quieres dejar de molestar con eso por unos minutos?! - como si no fuera suficiente de que Richard le moleste de la misma manera, tiene a John.
Que se dedica a eso especialmente...

John solo río y Philip sonrió levemente en respuesta.

Ya volviendo a la tranquilidad, se dispuso a seguir escribiendo.
Pero ahora eran temas distintos.
Guerra, paz, pensamientos propios, penas, glorias...

Sin dudarlo desde pequeño tiene un talento con la gramática.

Pero uno llamo la atención de John.

No logro a leerlo bien, ya que Philip lo estaba redactando ahora. Pero leyó bien unas palabras:

Protector

Guardián

Desaparecer.

Sin duda le llamo la curiosidad al ángel.
Pero ahora no seria buena idea interrumpir al poeta, ya que estaba completamente concentrado en hacer que todo estuviera perfecto.

Pero al ver como arrugaba la hoja se veía claro que no le gusto.

— No puedo concentrarme.. -se quejo Philip, mientras se agarraba la cabeza en signo de frustración.