🌟O C H O

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Colín ni siquiera sabía como alguien se podía cansar tanto en la escuela si ni siquiera hacía ejercicio, pero es que Dios, dejaban trabajos como si se fuera a acabar el mundo y utilizaran las montañas de informes como salvavidas.

El chico estaba rendido.

Subió casi arrastrándose a su habitación y cuando abrió la puerta de esta, la música lo sorprendió retumbando en su habitación. ¿De donde rayos proviene eso?, se preguntó, pero todas sus dudas se desvanecieron cuando vio las cortinas corridas de la chica y la encontró bailando por toda su habitación con un cepillo morado en su mano mientras cantaba.

Colín no podía escuchar la voz de la chica, pero miraba como movia sus labios con fuerza mientras sus ojos estaban cerrados y brincaba por la habitación moviendo su cabellera dorada.

El chico se sentó en su cama y la vio a través de su ventana. Soltó una carcajada justo cuando en el coro de la canción ella se tiró al suelo de rodillas y levantó las manos al aire.

La chica se puso roja al notar que él la miraba. Volteó un poco su cabeza y lo encontró con una hoja en la mano que decía:

"Tu trasero se ve bien cuando bailas".

Colín volvió a estallar en carcajadas cuando ella, completamente roja, se levantaba del suelo de su habitación, caminaba hacia la ventana, le paraba el dedo y posteriormente cerraba las cortinas.

Él nada más se dejo caer de espaldas a su cama riendo y recordando como ella movia las caderas al bailar.

La chica de la ventanaWhere stories live. Discover now