14. La fe de un hombre rencoroso

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"Las mentiras son las cicatrices en el alma. Te destruyen."

-Lana Winters.

Boblín mantuvo silencio mientras se retiraban de la escena del crimen. No dejaba de pensar en lo que había visto. Las huellas del asesino de los cuervos eran idénticas a las del oficial Tared; sin embargo, había algo que no coincidía. Las huellas del asesino se hundían ligeramente en la nieve mientras que las del oficial tenían varios milímetros de profundidad. Hubiera comprendido que, si el asesino se hallara corriendo, las huellas serían mucho más profundas por la fuerza del peso en el impacto; pero las huellas no indicaban una corrida apresurada, los pasos estaban bastante juntos indicando una caminata tranquila. No era posible que el gordinflón perdiera peso y a la mañana siguiente mágicamente los recuperara.

¿Por qué las huellas tenían el mismo tamaño y suela, pero no la misma profundidad? ¿Qué era lo que no estaba viendo?

Decidió guardarse sus sospechas para sí mismo. Si bien Tracker había sido cordial ese día, no olvidaba que muchas veces había dejado en claro que no lo consideraba un detective de verdad y no confiaba en su intuición. Suspiró con molestia. Odiaba que desmeritaran su trabajo a lo largo de los años, no era su culpa que paranoicos e inseguros maridos lo contrataran para vigilar esposas de forma privada; al menos se había animado a arriesgarse por lo que le apasionaba; si bien había tenido que resignarse a trabajar para el departamento de policía para llegar con el dinero a fin de mes, se daba el mérito de que algún día sería un afamado, audaz y respetado detective privado. Siempre se esforzó duró para llegar a ser un detective de renombre, hubiera deseado que los primeros pasos fueran tan honorables como los de Tracker, pero no tuvo tanta suerte en las asignaciones de los casos. Además no estaba muy seguro de querer ser Tracker; después de todo, el pueblo entero lo odiaba solo por ser un buen detective. En Robania, todos admiraban su trabajo por más estúpido que fuera; excepto su futura esposa. Sonrió al recordarla, ella solo se había visto impresionada por los verdaderos crímenes resueltos, los que presentaban un desafío.

Boblín iba tan perdido en sus pensamientos que acabó chocando con su caballo y Tracker se rio por lo bajo. El detective lo ignoró y se subió a su montura esperando que el asinisiano lo guiara. Si bien ya había memorizado los caminos principales hacia lugares específicos, seguía siendo un forastero y no tenía conocimientos de dónde vivía cada pueblerino; se sentía una aguja en un pajar. Así que prefirió seguir las indicaciones de Tracker que exponerse a sus burlas por perderse.

El rubio dio una pequeña indicación al caballo y anduvieron en una caminata pausada y tranquila. Boblín supuso que no tenía prisa y quería seguir conversando con él. O quizás la vivienda no quedaba muy lejos de la iglesia.

—¿Qué se te viene a la mente si te digo el color rojo? —Inquirió el detective desconcertándolo. No se esperaba esa pregunta para nada.

Sin embargo, meditó su respuesta antes de abrir la boca. Tracker tenía la costumbre de utilizar cualquiera de sus palabras para ironizar y burlarse de los demás. A veces, era bastante irritable.

—Sangre... Rubíes... Los labios de una mujer...

—¿De una prostituta?

—Más respeto, Tracker. Mi prometida usa el rojo y no es ninguna prostituta —alegó severo observándolo con el ceño fruncido—. No sé cómo se ha declarado que ese color sea utilizado solo por ellas.

—Bueno, es provocativo, alude al pecado y a la manzana que Adán y Eva probaron en el Edén; es el color prohibido, pero tienes razón, se les ha atribuido demasiado a los burdeles y a sus mujeres. Es un buen color.

—El vino también podría recordarme al color rojo.

—Es más de un tinte mucho más oscuro y tiene cierta combinación con el púrpura —aseguró el rubio mirando de reojo a su compañero. La pregunta picaba en su lengua esperando ser formulada, pero las dudas lo atacaron considerando si era necesario revelar aquella preciada información. De todas formas, no pensaba revelar el verdadero origen de la pregunta, pero no olvidaba que Daina le había aconsejado tener otra perspectiva—. ¿Y el color blanco?

#1. El anuncio de los cuervos #1. AnimalesOscuros (✔)Where stories live. Discover now