Especial (Vercy)

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Vero.

Siempre me ha gustado mudarme, ir de ciudad en ciudad conociendo gente nueva y chicas, sobre todo chicas.
No es secreto para nadie que me gustan las mujeres, son hermosas con todas esas curvas y sus suaves labios que me tientan a pecar.

Soy una beta y me encanta. Me encanta que nunca voy a tener a nadie atado por toda la vida. Soy libre de escoger con quien duermo, a quien beso y a quien coqueteo.

Conocí a Lauren cuando teníamos diez años. Mis padres habían muerto recién y la familia Jauregui fueron quiénes me acogieron cuando dí a una casa hogar.
Ellos no pensaban adoptarme pero Lauren y yo habíamos tenido esa conexión que fue imposible decir no.

Comenzamos a mudarnos cuando comenzaron a ascender a Mike. Pero también cuando en la escuela descubrían la naturaleza de Lauren.
Siempre terminamos en la dirección o en casa llenas de tierra y golpes de nuestras peleas.

Así que nos mudamos cuando los problemas seguían y seguían.
Y paso durante ocho años.
Nunca pasamos más de un año en una ciudad.

Cosa que yo agradecía por que nunca terminaba bien con mis amigas con derecho. Ellas querían algo que yo no estaba interesada. Así que yo era feliz mudandonos.

Clara y Mike me obsequiaron una casa rodante cuando cumplí dieciséis. La quería sobre todas las cosas y ellos lo notaron. Nunca había estado tan feliz cuando la vi estacionada en nuestro patio.
Me mude a ella días después y se convirtió en mi casa. Claro que comía y me duchaba en casa pero pasaba la mayoría del tiempo en mi camper.

La última vez que nos mudamos mi camper iba enganchado en la camioneta de Mike con Lauren y yo dentro viendo películas.

Cuando llegamos a Miami me encanto. Aquella ciudad tenia algo que alegraba mi corazón sin yo entenderlo mucho. Tal vez era la playa o el montón de chicas en bikini que se paseaban por las calles.

Nunca imagine que encontraria aquello a lo que tanto le huía aquí.

Todo comenzó el primer día de clases.
Ese día iba en las nubes. Habían tantas chicas lindas, sexys en mini faldas y jeans ajustados que mis hormonas adolescentes estaban arriba.
Ese día lleve a una animadora a las duchas. Y Lauren lo arruinó.

Pero no me desanime. Tomó algunos besos aquí y allá de omegas que querían experimentar antes de encontrar a su mate. ¿Y quien era yo para negarles un beso?
Y todo eso el primer día. Estaba feliz y orgullosa de mi misma.

Pero nunca imagine que serían las únicas a quienes besaría o aquella rubia la última a la que follaria. Ni siquiera termine de hacerlo. Bah.

El segundo día todo cambio. Maldita sea, aun recuerdo ese día.

Tenía el tercer período libre. Y ni Ally o Lauren estaban por ahi así que fui al gimnasio donde, para mi suerte, las porristas entrenaban.
Y las saboree a todas. Una por una.

Hasta que la vi a ella.

Estaba junto a una linda chica alta y esbelta. Como dije era linda pero no como ella. Ella, castaña, bajita y con unas increíbles piernas que simplemente me tenían babeando.

Supe su nombre minutos después de mirarla. Lucy. Me encantaba. Aun lo hace.

Conocí a su grupo de amigas luego de mi primera pelea. Un idiota golpeaba a mi hermana y yo no podía permitirlo.

Nos hicimos cercanas con el tiempo.
Y me había propuesto acostarme con ella costará lo que me costará. Pero iba a divertirme con otras mientras ocurría.

No pude.

Cada vez que iba tras una chica Lucy aparecía en mi mente y mi corazón de estremecia dolorosamente. No entendia que ocurría conmigo.

- Mamá.- Encontré a Clara, a quien llamaba mamá desde los trece, en el jardín después de clases.

- Hola, cariño.- Ella me sonrió. Humedeci mis labios y me senté a su lado.

- Y-yo... Mmm ¿puedo preguntarte algo?.- Ella dejo su celular y me miro sería. Asintió. - Estoy sintiendo cosas extrañas. Y no debería ser así. Soy una beta.-

- ¿Crees estar imprimida con alguien, Vero?.- Asenti. Por que creía que esa era la única razón.

- Si. Yo... Ya no puedo besar a nadie o pensar por que ella aparece en mi cabeza y mi corazón duele. No entiendo.- Lleve mis manos a la cabeza negando.

- Cielo, no has pensado en la posibilidad que te guste esa chica o... La amas.- La mire ampliando los ojos.
Cada vez que Lucy se rosaba o me hablaba cerca mis manos sudaban y mi vello se eriza. Nunca me he enamorado antes así que no le tomaba importancia.

- ¿Amor? ¿Como se siente? Yo no lo sé. Nunca he amado a nadie. Quiero decir te amo a ti y a papá, tambien a Lauren pero no se parece en nada a lo que siento por Lucy.- Mamá sonrió acariciando mi hombro derecho.

- Oh Vero. Solo... Mira más a esta chica. Tu corazón va a guiarte. Y no tiene nada que ver con mates. Tu solo estás enamorada.-

Y mi mamá tenia razón.

Amaba a Lucy con cada latido de mi corazón.
Pero tenia miedo. Miedo a lastimar la, que ese sentimiento se apagara.
Así que solo lo bloquee y seguí cerca solo como su amiga.

Cuando todo se complicó con Lauren y Camila yo no tenía cabeza que no fuera ayudar a mi mejor amiga y que todo volviera a la normalidad.

Pero siempre tomaba segundos para mirarla y sonreír.

Nuestro primer beso sucedió en medio del caos y la preocupación. Ella simplemente se acercó y me beso. Fue corto y un pequeño roce pero para mi era el cielo.

Y me marche a ayudar a Lauren. Y prometiendo que volvería y le diría todo lo que siento, así ella me rechazara.

Cosa que no pasó.

- Lucy.- La llame al entrar a la cocina y verla tomar agua. Todos dormían después de la pelea con Alejandro y el otro tipo.

- Hola.- Un lindo rubor cubrió sus mejillas. Y yo sabía por que. Por aquel beso. - Y-yo... Yo siento mucho haberte besado, Vero.- Me acerque con el corazón latiendo a una velocidad poco sana.

- Fue el mejor beso que me han dado.- Ella me miro con sus ojos marrones brillantes.

- ¿De verdad?.- Asenti acercando me más a ella. - Lo hice... Por que e-eres mi mate. Mi otra mitad. Y ya sé que los betas no se imprimen y es probable que tu no me...- La bese apretando su cintura y acercando la más a mi.

- No nos imprimimos. Pero amamos. Y te amo, Lucy.-

Ella lloro en mis brazos mientras nos besabamos en la cocina.
La lleve a casa antes que todos despertaran prometiendole que la haría mi novia. Y me prometí a mi misma que también sería mi esposa.

Ella acepto mientras caminabamos por la playa mirando las estrellas. Ella acepto ser mi novia.
Y años después en ese mismo lugar mi esposa.

Ahora estoy de pie en el marco de la puerta de nuestra habitación mirándola dormir con nuestros pequeños hijos.




Fin.



Ahora si cierro este libro oficialmente.
Ya se que esta corto pero a mi parece bonito.
Espero les guste y si no es así... Lamento decepcionarlos.

Pero espero sepan agradecer por que estos especiales no eran idea en este fic.
Y no estoy muy feliz estos días y si tienen algún comentario negativo sobre esto o mi aptitud, ahorren lo.

Feliz año nuevo a todos. ❤

Alpha GirlWhere stories live. Discover now