La mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...
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Isabella salió de la sala de recuperación donde Annie ya se había dormido. Era su tercer y último día de recuperación y ya podría volver a casa por la tarde. Miró a su alrededor, de todas las personas que habían visitado a su hija, hoy sólo estaba Chris y ella. Se sentó cerca de él y tomó su celular, para intentar distraerse con algo.
La verdad era que, la situación había sido muy incómoda, durante los tres días. Annie, tras despertar por completo, se negó rotundamente a ver a su padre y Chris, por otro lado, tampoco quería ver a la menor, se sentía avergonzado y nervioso.
-Bella -Dijo él sentándose junto a ella-. ¿Cómo está Annie?
Isabella dio un pequeño suspiro. Estaba muy cansada, en los pasados días, había dormido sólo un par de horas.
-Mucho mejor... -Respondió ella.
Él asintió con la cabeza. Un silencio muy incómodo los invadió. Bella lo miró de reojo, como él jugaba muy ansioso con los dedos.
-Quieres, uhm, ¿quieres ir a almorzar? -Preguntó él.
Isabella pensó varios segundos su respuesta.
-Cl-claro, vamos...
Ambos se pusieron de pie casi al mismo tiempo y caminaron juntos hacia el ascensor. Una vez dentro, Chris oprimió el botón del subterráneo, lo cual, sorprendió a Isabella. Ella creía que sólo comerían algo en el casino de la clínica, pero tal parece que él tenía otras ideas en su cabeza.
Caminaron, siempre en un completo silencio, hacia el deportivo color negro de Christopher. Él abrió la puerta para ella y una vez ambos estuvieron dentro del lujoso auto, partieron a un restaurant de comida brasileña, que se encontraba a pocas calles de la clínica.
Nadie dijo nada, simplemente caminaron, uno al lado del otro, sin mirarse ni dirigirse la palabra. Ambos hundidos en sus propios pensamientos.
Al estar en el restaurant, Isabella analizó el menú. No conocía mucho los platos que allí se vendían, y es que no era muy fanática de comer comida de otros países. Hizo un mohín, sin saber realmente qué ordenar.
-La feijoada es de los platos favoritos de Annie -Dijo Cris de repente, haciéndole recordar a Bella que estaba allí junto a su ex novio-. Seguro te gustara. Me recuerda mucho al... Al desayuno inglés. Recuerdo que te gustaba mucho...
Él dijo todo sin dejar de mirar el menú que sostenía frente a su rostro, como si quisiera ocultarlo. Isabella mordió su labio inferior, realmente incómoda con aquella salida. Suspiro, intentando calmarse y sentirse más natural al respecto.
-¿Qué pedirás tú? -Preguntó ella, jugando con sus dedos.
Él bajó el menú y lo dejó a un lado.
-Lo mismo... -Respondió él encogiéndose de hombros.
Levantó la mano, llamando la atención de la mesera, quien no tardó en llegar. La orden fue pedida por él, quien habló en un perfecto y fluido portugués.
