La mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...
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ÚLTIMO CAPÍTULO
Isabella se encontraba en la cocina, haciendo millones de cosas al mismo tiempo. Era día de acción de gracias y todo el mundo estaría en la casa que ella y Christopher habían comprado hace poco más de dos años. El perro de Annie estaba justo en sus pies, durmiendo; ya no era un cachorro y ahora dormía gran parte del día. Franco, su hijo menor, por otro lado, se encontraba sentado en su sillita de bebés, jugando con un par de legos, cuando la voz de Annie la sacó de sus pensamientos.
-Hola mamá... ¿Te ayudo en algo?
Bella volteó su cabeza y sonrió.
-Todo bajo control -Aseguró le mujer.
Annie rio y se acercó de igual forma a su madre. Tomó un par de papas, un cuchillo y comenzó a pelarlas, junto a su mamá, luego de lavarse las manos.
-¿Recuerdas lo que pasó la última vez que celebramos acción de gracias en nuestra casa? Bueno, no era ésta casa precisamente...
Isabella miró fugazmente a su hija e hizo una mueca.
-No sé si recordar aquella ocasión es algo bueno o algo malo -Respondió Bella.
-Después de que papá y tú se reencontraron en aquella fiesta, dejaron de ser unos idiotas. Les costó, pero lo lograron. Después de doce años -Se burló su hija, haciéndola reír-. No vas a llorar, ¿o sí?
-¿Qué? -Dijo Bella de pronto, dándose cuenta que sus ojos se llegaron de lágrimas.
-Oh, no. No llores.
Isabella tomó un pedazo de papel de cocina que Annie le alcanzó para secar sus ojos.
-Simplemente me había resignado a que siempre íbamos a ser tú y yo, cariño, y... Han pasado tantas cosas, hasta que finalmente estamos aquí y ahora. Estamos bien, ¿no?
Bella sonrió, asintiendo con la cabeza.
-Estamos mejor que nunca, cariño.
Ambas siguieron haciendo las cosas, hasta que el timbre sonó por primera vez esa tarde. Isabella fue quien corrió hacia la puerta, para poder abrirla, era Tom, a quien abrazó de inmediato.
-¡Te extrañé! No venías acá hace años, estúpido.
-Estuve aquí la semana pasada, dramática -Se quejó Tom sonriendo.
-Creí que vendrías con Mary.
-Pasó por Christopher al hospital.
-¿En serio? -Preguntó Bella confundida-. César iría por él.
Tom se encogió de hombros, caminando junto a su mejor amiga hacia la cocina.
-No me metas en sus cosas, no sé nada, sólo sé que Mary iría... ¡Hola, pequeño demonio!
