treinta y nueve

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Penúltimo capítulo

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Penúltimo capítulo

Annie llegó a su casa aquella tarde sonriendo más de lo común. Mary estaba allí, hablando con Bella en la cocina, mientras que la última le daba de comer al pequeño Franco.

-Hola -Saludó la adolescente.

-Hola mi bella chica -Dijo su tía sonriendo, le dio un abrazo.

-¿Por qué tan sonriente? -Preguntó su madre.

-Oh... Uhm, no es nada, sólo venía escuchando una canción que me gusta...

Se acercó a su madre y la saludó de igual forma.

-¡Ann! -Chilló el pequeño Franco cuando ella le dejó un beso en su frente.

-¿A dónde fuiste con Stephen? -Preguntó su tía Mary.

-A una heladería -Explicó ella dándose media vuelta.

Caminó hacia el refrigerador, a buscar algo que no sabía. Tenía las mejillas sonrojadas y no quería que ni su madre, mucho menos su tía lo notaran.

-¿Lo pasaron bien? -Preguntó su madre.

¿Por qué tienen que insistir? Se preguntó ella.

-.. Sí -Aseguró ella, su voz acababa de sonar extraña.

-¿Estás segura? No pareces muy convencida...

-Estuvo bien mamá.

Tomó finalmente un yogurt, cerró la puerta del refrigerador y ocultando su rostro con su cabello, caminó a paso rápido hacia las escaleras.

-¡Tengo tarea, adiós!

Isabella desvió su mirada hacia su hermana, mirándola con el ceño fruncido.

-¿Crees que pasó algo? -Preguntó Bella.

-No... No lo sé. Supongo que si era algo grave, ella nos hubiera dicho.

-No, no es algo grave, ella... Ella estaba sonriendo.

Mary subió sus cejas, su expresión seria de pronto, se convirtió en una sonrisa.

-¿Tú crees que ella...?

-¿Qué? ¿Ella qué? -Preguntó Bella de inmediato.

-Ya sabes...

-¿Qué cosa? -Preguntó Bella.

-Cuando comenzaste a salir con Chris, llegabas a casa toda misteriosa y sonriente y...

-No -Interrumpió Bella-. No, ella... Si ella estuviera saliendo con un chico, me hubiera dicho.

-Lo mismo decía mamá -Canturreó Mary sonriendo-. ¡Joder! Tu hija tiene novio.

-¡Mayi! -Dijo Franco de repente, volviendo a las hermanas a la realidad-. Mayi no.

-Lo siento, bebé. Sé que dije una mala palabra, no me regañes. Eres igual a tu padre, maldita sea.

DESPUÉS DE 12 AÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora