8.

6 1 0
                                    

Me despierto en la misma cama cuando me diagnosticaron cáncer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me despierto en la misma cama cuando me diagnosticaron cáncer. Supongo que me he desmayado. A mi lado estan mis padres y los mellizos.

–Los doctores nos dijeron que tocaría hacer tu quimio tres veces por semana– dice mi madre agarrando mi mano.– estarás mejor.

–Yo te traeré hermanita– dice Rhys al borde del llanto.

–Los amo, gracias– digo mientras seco unas lagrimas que se me han caído. 

–Hola hola familia– Jack entra a la habitación  con una bandeja de café. Todos agarran un vaso menos yo– ¿no quieres?

–Estoy bien gracias– respondo sonriendo débilmente. 

–Tus amigos están acá, se rehusaron a ir a la escuela si no despertabas, ¿quieres que pasen?

–Esta bien– Jack hace una seña para que mi familia salga y puedan entrar mis amigos. Los primeros en entrar fueron Chad y Anna.

–Dios pensamos que no despertarias– dice Anna acariciando mi cabeza calva.

–No hemos ido a nuestra casa desde ayer que te trajimos, nuestros padres tuvieron que traernos la ropa– dice Chad tomando mi mano.

–A mi me tocó pelearle a mi mama para que me dejara quedarme– dice Amber acomodando su largo cabello a un lado. Yo suelto una risita.

–Mis papás piensan que me quede en la casa de Chad– dice Dylan confesando su mentira.

–Dime que te bañaste aquí al menos– Camille pone cara de asco.

–Obvio si, Chad me prestó ropa– responde blanqueando los ojos. 

–¿Por qué no van al colegio? Los van a regañar– digo yo sentándome en la cama.

–Preferimos estar aquí para cuando despertaras– aclara Camille sentándose en la cama.

–Mis padres me dijeron que ahora mi quimio será tres veces por semana para que me cure mas rápido, aunque creo que es porque el cáncer esta llegando a un grado riesgoso– digo con algo de tristeza.

–¿Eso quiere decir que irás al colegio solo dos veces a la semana?– pregunta Anna boquiabierta.

–Ponle sentido Anna, puedo estudiar por la mañana pero en el almuerzo tendré que venir– aclaro y ella asiente. 

–Te pondremos al tanto de-

–El tiempo de visitas acabo chicos, salgan por favor– Jack interrumpe a Amber y esta le saca el dedo corazón, provocando que todos en la habitación riamos. Ellos antes de hacerle caso, se reúnen a mi lado y nos abrazamos. Luego salen del cuarto.– Grace quiero decirte algo...

–Suéltalo– ordeno mientras el me ayuda a pararme.

–Este...em... ¿quieres salir conmigo? Cuando quieras no se– baja su cabeza bastante apenado.

–Si puedes esta noche, mejor– respondo con una gran sonrisa. 

–¿Eso es un si?– sonríe.

–Si– respondo siendo abrazada por el. 

–Esta noche pasaré por ti– asegura y yo asiento con la cabeza.

*****

–¡Sandy!– grito corriendo hacia su cuarto, donde ella esta escuchando música tranquilamente– ¡¿Donde esta mi vestido de flores?!

–No se– responde bastante despreocupada. Abro su armario y entre todas sus cosas, encuentro mi vestido.

–Que rata– susurro saliendo de su cuarto. Me pongo el dichoso vestido con unas sandalias sin olvidar un gorro de invierno y me dedico a esperar a Jack, cuando a los pocos segundos toca la puerta. Bajo las escaleras y Josh me sorprende tomando una botella de cerveza con mi madre.

–¿A donde vas tan linda?– pregunta Josh captando la atención de mi madre.

–Voy a salir con alguien– abro la puerta y salgo antes de que sigan haciendo mas preguntas. 

–Te ves muy linda– dice Jack apenas salgo de la casa. 

–Gracias– siento leve sonrojo apoderándose de mis mejillas. 


De camino al restaurante, nos la pasamos hablando de lo difícil que era trabajar con gente que tenia cáncer, porque a veces era muy triste decirles que ya había nada que hacer o lo lindo que era verlos ya mejor por la calle. 

–¿Cuantos años tienes Jack?– pregunto con muchas ansias de saber. 

–Aunque te sorprenda, tengo 17– me mira un instante antes de seguir mirando al frente– terminé el colegio hace dos años porque me habían adelantado y mi trabajo es parte de la universidad. ¿Tu cuantos tienes Grace?

–16– respondo mirando hacia la ventana. Cuando llegamos a un gran restaurante, Jack me abre la puerta.

–Aquí cenaremos hoy pequeña– sonríe guiándome a una pequeña mesa al lado de la ventana.


Amor enfermizoWhere stories live. Discover now