Amor enfermizo

16.

<<En esta carta, digo todo lo que quise decir en algún momento. Primero quiero que sepan que los amo mucho. 

Mamá: tu nos sacaste adelante en el momento en que mi padre dejó la casa. Trabajaste hasta llegar solo a dormir con tal de pagar nuestra escuela y todos los gastos. Al principio no nos adaptábamos a Josh, pero quien diría que ahora es nuestro padre. Tu y tus desayunos nunca serán olvidados, el olor a pan caliente, el chocolate recién hecho. Tú mi querida madre, eres una mujer única, quien a pesar del tiempo o la circunstancia estuviste conmigo al saber mi enfermedad, nunca me dejaste que tocara fondo con mi depresión, en antes me abriste los ojos al saber que todo tiene solución.

Sandy: querida melliza, tú y tus consejos en el amor y la moda, tus caras de molestia cuando Rhys o yo llegamos primero al baño. Debo decirte que te doy el vestido de flores por el que tanto pelemos. Gracias por siempre estar ahí para escucharme y apoyarme como la hermana mayor que eres. Te voy a extrañar mucho.

Rhys: todo un hermano celoso y sobre protector. Te amo mucho querido mellizo. Gracias por creer en mi cuando nadie mas lo hacia, por taparme las veces que llegaba tarde a casa por andar por fuera, por celebrar cada logro conmigo y por impulsarme a ser esa chica a quien no le importa romperse la uña jugando fútbol americano. 

Josh: todo un padre. Se que al principio no fue fácil adaptarte a nuestra casa ni a tres nuevos hijos. Tú, querido padrastro, nos has tratado muy bien cuando nosotros solo queríamos verte fuera de la casa, tus nos escuchaste cuando teníamos problemas, respondiste en el colegio cada ves que faltábamos porque mi madre no podía llevarnos, estuviste ahí por varios años viendo como yo triunfaba o perdía en los partidos, me aconsejabas y me dabas ese calor paternal, ese apoyo que mi biológico no pudo darme. Te quedaste hasta altas horas de la noche o madrugada explicándonos temas que nosotros no entendíamos, mientras mi madre pensaba que tu estabas dormido con ella. Tú, Josh, debes revisar mejor mis cosas, porque entre mis hermanos y yo te tenemos un regalo.

Mi querida familia, quiero que Anna, Chad, Dylan, Amber y Camille estén conmigo para cuando vaya a partir, o quizás que lean esto:

Anna: mi mejor amiga. Solamente tu me abrazaste cuando llegué al colegio, me diste ese empujón cuando me iba rindiendo, tu carisma y tu alegría, son dignos de varias fotos y momentos compartidos.

Chad: vaya idiota, te amo demasiado Johnson. Tú me hiciste mejor en los partidos, impulsando a dar lo mejor de mi, llevándome a casa cuando nadie venía, sacarme de mi mundo cuando quería simplemente desaparecer, pero tú y tu sonrisa hicieron de un día gris, uno con un gran sol.

Dylan: llegaste de último a nuestro grupo, pero tú confiaste en mi plenamente cuando necesitabas desahogarte o una ayuda, te quiero.

Amber: ruidosa y entusiasta. Tú sacabas mis mejores sonrisas cuando solo quería llorar, hiciste de los partidos unos muy divertidos. Te amo.

Camille: no se como describirte. Se que una vida con una tía drogadicta no es fácil, pero siempre contaste con nosotras cuando solo querías salir de ese apartamento. Tus sonrisas eran contagiosas, tú mi mariscal, eres una de las mejores. Te admiro y me siento orgullosa de ti al saber que hice un buen trabajo al escogerte como mariscal.

Y con esto, me despido. Los amo>>

*****

Guardo la hoja de custodia en mi bolso junto con la carta que había redactado. Mis hermanos y yo nos subimos al auto para ir a comprar una pizza y de ahí partir para nuestra casa. 

–Que cielo tan hermoso– digo contemplando el cielo nocturno lleno de estrellas.

–En años había visto uno así– dice Rhys mirando mas de cerca a través de la ventana.

–M-Mellizos– digo con dificultad agarrando mi pecho– n-no puedo res...pirar.

–¡Maneja al hospital!– le grita Sandy a Rhys quien sube la velocidad del carro, llegando en pocos minutos a este. Sandy llama a mis padres y yo reenvío un mensaje a mis amigos.

Una camilla sale dejando ver a Jack y un paramédico. Estos me ponen de nuevo oxígeno y me trasladan a un cuarto. Pocos minutos después entran mis hermanos en espera de mis padres.

–S-Sandy– la llamo.

–Dime.

–Mi bolso– digo débilmente. 

–Está en el auto– responde.

–T-Tráelo– Rhys sale de la habitación y en pocos segundos trae mi bolso.– gracias.

–Ya llegamos– Josh aparece en el cuarto, seguido de mi madre y mis locos amigos. En esas, entra Jack.

–Quiero que lean algo– sonrío de lado con algo de dificultad sacando la hoja doblada de mi carta.– pueden leerla en voz alta.

Mi madre comienza leyendo su parte, luego se la pasa a los mellizos hasta que hago una pausa cuando llega a Josh. Los anteriores, ya lloran. Josh va leyendo mientras su voz de quiebra poco a poco hasta que derrama lágrimas. En cuanto termina saco la hoja de custodia.

–¿Que es?– pregunta al agarrar la hoja. La abre frotando sus ojos para limpiar mas lágrimas que se avecinaban en sus ojos.

–¿Que dice?– pregunta mi madre curiosa.

–Es... la custodia de tus hijos– solloza.– ahora soy su padre.

–Lo has sido siempre– digo intentando no llorar. Mis hermanos y Josh se acercan para abrazarme. 

–Los que siguen– dice Josh pasándole la hoja a Anna.