05: Familia Luthor

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Por su elegancia innata, por su personalidad atractiva y su gran talento como actriz, Lena Luthor es una de las mujeres mas famosas del siglo XX.
Aquí, su verdadera historia.

Era Diciembre de 1912 en vísperas de las fiestas de Navidad y Lillian Luthor se despertó en la madrugada con fuertes dolores de parto.
Desde hacía 6 semanas ella estaba esperando la llegada de su segundo bebé, su segundo hijo, pero éste se negaba a nacer.
Lillian y su esposo Lionel Luthor estaban seriamente preocupados por el retraso.

- ¡Ahora si llegó la hora! - exclamó ella con sumo alivio, pese a los intensos dolores y mareos apenas si pudo caminar y subirse apoyada de 2 lacayos al coche y conducirse junto su marido que ya agitado y nervioso no tenía fuerzas para estar al volante.
En casa, el pequeño Alexander 'Lex' de 10 años se quedaba plácidamente dormido bajo el cuido de sus 2 nanas.

Lionel la llevó al hospital materno de East Hampton donde Lillian finalmente alumbró a una hermosa niña.

Regocijado de la emoción, apenas acabado el proceso de la salida de la niña, Lionel pudo entrar a la habitación de su mujer y la partera estaba por cortar el cordón umbilical.
- Déjeme hacerlo, por favor.
Deseé tanto una hermosa niña y quiero tener ese privilegio de hacer algo especial por ella. -
La partera accedió a algo que nunca en la vida habría hecho con cualquier otro padre ansioso, no sin antes ordenarle a Lionel de lavarse bien las manos y tomar las afiladas tijeras con mucho cuidado, apenas acabado el corte la niña fue limpiada y envuelta en mantas y dejando a los agotados pero felices padres con su pequeña recién nacida.

- Llamaremos a nuestra hija Lena y será la niña más mimada entre todas nuestras amistades - dijo Lionel y Lillian asintió estando de acuerdo.

Afortunadamente, el parto no tuvo complicaciones tanto para la madre como la hija y ambas estaban perfectamente bien.

- Ninguna de las 2 necesitamos cuidados especiales - dijo Lillian quien 2 días después dejaba el hospital.

En aquella época las parturientas permanecían en el hospital una semana o 10 días y luego terminaban la cuarentena de reposo en sus casas.
Apenas Lillian llegó a casa y 20 días después dejaba a su hija a cargo de sus nanas para retomar su trabajo en su oficina como directora de L&L Industries una firma dedicada a la compra y venta de inmuebles en la ciudad de New York.

Hacía 11 años que Lionel y Lillian se habían casado.
Ellos formaban una pareja muy bonita y bien establecida en el distrito Manhattan en New York.
Lionel Luthor era corredor en la bolsa de valores y su familia era de origen irlandés que habían hecho una gran fortuna en negocios de inmuebles por todo el Reino Unido.
A los 25 años, ya había acumulado su primer millón de dólares y fue incrementando su potestad al adquirir valiosas obras de arte de la época del Renacimiento, que cada mes tenía un listado de compradores que delegaban parte de sus fortunas por un cuadro legítimo de Da Vinci y grandes lienzos de otros artistas.
Era uno de los hombres más atractivos que pudieran verse.
Parecía una estrella de cine, era alto y musculoso.
Por su buena apariencia, para él, vestirse bien era algo muy importante en la vida, cada vez mandaba a hacer a su medida los trajes estilo europeo así como zapatos de piel y cinturones de la mejor calidad, sus piyamas eran de seda y al adquirir valiosas obras de arte entre sus amistades estaban distinguidos miembros de las Casas Reales del Reino Unido.

Lillian Luthor, de soltera Bouvier era hija de una acaudalada familia que había hecho su fortuna en la construcción de varias edificaciones comerciales en Dallas, Texas.
Era una joven hermosa que había asistido a grandes eventos sociales y se codeaba con gente de la realeza europea, aunque nunca pudo concretar un compromiso con un distintivo de las familias potentadas, antes de finalizar sus estudios de secundaria ya tenía reservadas invitaciones a las grandes fiestas de la alta sociedad de Rusia e Italia, incluso heredando una fortuna de 25 millones de dólares de una tía materna emparentada con los Hannover, una familia aristócrata de Alemania.
Por eso, estaba decidida a que de casarse y tener hijos, lucharía por poner a un heredero Luthor en una Casa Real de Europa.
Trasladándose a New York para continuar sus estudios de administración de empresas, algo bastante peculiar en esa época cuando las mujeres debían prepararse para ser buenas amas de casa para sus maridos, Lillian tenía un buen ojo para los negocios y en cuestión de hombres, Lionel le pareció tan atractivo y cordial que a los 3 meses de conocerse se casaron en la Iglesia San Ignacio de Loyola en Manhattan, la misma donde 1 año después retornarían para el bautismo de Alexander Luthor.
Cuando ceremonia terminó, Lionel dijo:
- Llamaremos a nuestro hijo "Lex" porque uno no puede llamar a un niño pequeño Alexander. -

La Heredera Y La Cantante LIBRO 1Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang