38. No es ella

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- En mi carrera he tocado para presidentes, cortejos de reyes y maharajás, pero nunca he visto una fiesta como la de que los Luthor ofrecen para su hija Lena. - comentó un músico de una de las orquestas de la fiesta a uno de los invitados.


- Su cantante principal, ¡qué talento! - dijo, un hombre fino que degustaba el caviar y a las bellas mujeres que iban de paso entre la multitud.

- Su halago debería ser dicho por usted, hacia la joven estrella.

- Sólo lo haré, en cuánto me dé su nombre, ¿Sabe usted si está representada? ¿Será que es tan famosa como la presumen los Luthor?

- Eso no le sabré decir, es decir apenas la joven llegó justo a tiempo a su participación, es más, ni siquiera había asistido a los ensayos previos durante la mañana y esta noche, mientras unos de mis músicos estaba en bambalinas escuché decir sobre ella, es tan tímida para hablar; pero por lo que estamos viendo en el escenario cuando canta, ella enamora con su voz.

- Es una gran cantante, ¿Usted la conoce? - se escuchó decir a otro invitado que también observaba a Kara.

- No, creo, si la conozco por sus canciones pero no sé quien es ella.

Kara en el escenario, cantando todas y cada una de las canciones del repertorio de Margareth Swayer sin equivocarse ni una sola estrofa de las canciones y ya bastaba decir que estaba acoplada con los músicos que la acompañaban y por si no fuera poco, nadie en la fiesta había echado en cara de que la muchacha no era la famosa cantante de cabaretera, ésta era una muchacha blanca, rubia y muy bien arreglada y no de rasgos trigueños, tampoco de cabellera negra y menuda como lo es la cabaretera.
O bien, era tras perder la vida en el fatídico accidente de tren.

Y justo entonces entre toda la multitud de la fiesta había una sola persona que si conocía a Margareth y que estuvo presente esa noche esperando reunirse con la famosa cantante.

Desde que vio a Kara arriba del escenario, quedó intrigado, notó que a pesar de que comenzó a expresarse ansiosa y que parecía no saber qué estaba haciendo ahí, a medida que avanzaba la noche esa persona notó que Kara pudo desenvolverse de tal manera de que fácilmente se podría creer que era un reemplazo de la señora Swayer.
Pero no fue así como eran las cosas...

- ¿Desea servirse una copa de vino señor?

- No, así estoy bien, gracias. O bien, espere.
Sólo si, un favor le pido. El acceso más pronto tras bambalinas.

- Para evitar el tumulto de los invitados salga de este salón y tome un pasillo lado izquierdo, tres puertas y la cuarta que tiene cerrojo plateado, las anteriores de bronce y con numeración, la puerta no tiene llave y es acceso directo cercano al escenario.

- Muchas gracias, lo tomaré en cuenta.

Entre los asistentes a la fiesta de los Luthor estaba un joven alto y espigado, muy guapo vestido de etiqueta, tranquilo de buen ver, bebiendo un vodka seco en el bar, disfrutando el ir y venir de todas esas personas pudientes siendo bien recibido cómo uno más de su clase, pero solamente estaba ahí por una sola persona y no por la joven festejada ni porque conociese bien a los Luthor de quien por cierto, éste sujeto también era parte de la alta sociedad.

Mientras una de las muchachas mesetas servía copas de vino, ésta le sugirió el acceso más próximo al escenario del salón a ese joven que quedó intrigado con la cantante de la fiesta.

Acabada su participación Kara bajó atrás de la cortina del escenario, estando ahí vio arriba de las cortinas el juego de telas, oscuras y pesadas que parecían ser demasiadas para un espacio pequeño, había muchas cosas de la escenografía y fácilmente tropezó con los altos tacones al pisar la tela de las cortinas.

La Heredera Y La Cantante LIBRO 1Where stories live. Discover now