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Taehyung desvió la mirada cuando Jungkook volteó a verlo, intentó que su expresión se mantuviera aburrida. Una sonrisa que logró mostrarse como burla, pese a lo mal que se sentía estar sentado en ese lugar, escuchando a Jungkook hablar de lo mismo.

—Ya sé que se ve bien —el castaño carraspeó un poco—. ¿Podrías dejar de hablar de eso? Es de mala educación.

Jeon no iba a obedecer.

—¿Que se bien, Tae? —Jungkook bufó antes de tomar su bebida sin alejar la mirada de la misma chica al otro lado del comedor—. ¡Se ve espectacular!

Claro que sí, Taehyung no tenía que girar para comprobarlo. Ya había conocido a Sunhye, era exactamente el tipo de Jungkook. Aún así, le dió una mirada rápida. Se sintió estúpido por el pinchazo en su pecho cuando la captó mirando a su amigo también.

—Sí, bueno. Ahora deja de verla como a un pedazo de carne.

Volvió la atención a su comida, pero no tenía hambre. Sin embargo, no dejaría de comer, porque estaría acabado si empezaba a bajar de peso debido a sus estúpidos sentimientos. Puso un pedazo de algo en su boca, quizás dos veces, hasta que notó la mirada del pelinegro sobre él y levantó una ceja.

—No la estoy viendo así. —El pelinegro sonrió suavemente con sus ojos divertidos. Sabía que sí lo estaba haciendo. Suspiró, antes de llevar una manzana a su boca para volver sus ojos a aquella chica—. Soy un chico sano con necesidades, sé que sabes a lo que me refiero.

Por supuesto, y de no saberlo, Taehyung podría adivinar al ver la mirada sugestiva del pelinegro. Quería golpearlo en la cara.

—Demasiado desvergonzado, no cambiarás. ¿Verdad?

—Es mi esencia, Tae —Jungkook respondió.

Eso era cierto, Jungkook era tan desvergonzado cuando hablaba de cosas así. Solía acostarse con la primera mujer que le gustara solo porque podía. Pocas veces tenía relaciones serias, pocas veces parecía engancharse demasiado con alguien. Era molesto. Y era doloroso, Taehyung miró sus manos. ¿Por qué seguía ahí? Sintió un toque en su cabeza, Jungkook mirándolo atento, sus ojos oscuros alegres, mostrando sus dientes delanteros levemente.

Taehyung sonrió, maldición. Se sentía como un cachorro feliz por la atención.

Era una mierda.

—Para de verme así, Tae.

Kim frunció el ceño antes de tartamudear:

—¿Cómo?

—Como si me amaras —dijo Jungkook con diversión, lucía despreocupado y feliz. Soltó una carcajada suave cuando Taehyung golpeó su mano para alejarlo—. Está bien, no. No tienes que ser grosero.

—¿Te crees gracioso, idiota? —Taehyung bufó, se acercó a su amigo aparentando estar molesto. Ladeó la cabeza—. ¿Crees que no voy a golpearte?, ¿podría matarte, sabes?

Jungkook asintió, bajó la mirada para ocultar su sonrisa debido a que no quería molestar más a su mejor amigo.

—Eres tierno —susurró.

Taehyung rodó los ojos. Hablar con Jungkook era imposible. Suspiró después de algunos segundos, debido a que había oído eso último y odiaba el leve pinchazo en su pecho.

—¿Tierno? —repitió. Odió escuchar su voz tan débil. Como sea, miró a Jungkook y habló—: No es lo que un hombre quiere oír, ya sabes.

El pelinegro se sentó de manera correcta al fin. Bien, le había dado suficiente tiempo a Taehyung para que le dijera lo que sea que estuviese sucediendo. Se fijo en el rostro del castaño, en su mueca extraña y preguntó:

More than friends. [Kookv]Where stories live. Discover now