Escuela Chaos

46| El Disfraz

La mano de Cosmo se cierra sobre la muñeca de Tails. El zorro se sorprende por el gesto a la vez que ella empuja la puerta de un negocio, dispuesta a entrar. Una campana tintinea, marcando el momento justo en el que ingresan. Miles es arrastrado por su novia hacia un gran perchero, repleto de disfraces de distintos tipos.

—¿Me recuerdas por qué estamos aquí? —le pide Tails, estudiando el lugar.

Ambos se encuentran en una tienda de disfraces bastante grande.

—El viernes es la fiesta de Rouge, tontito. Y necesitamos encontrar algo para usar —responde Cosmo, husmeando entre las perchas.

—Tengo suficiente papel higiénico en casa como para transformarme en una momia, gracias.

—¡Oh, vamos! Hazlo por mí, ¿si? —le ruega la chica verde a su novio.

Tails la mira a los ojos. Por un segundo, la imagen de Cosmo es reemplazada por una de Cream. Parpadea repetidas veces, confundido, y todo vuelve a la normalidad. Una parte de él aún se siente muy culpable de lo ocurrido. Nunca fue su intención lastimar a la coneja, pero su corazón lo condujo a una acción muy contraria a la esperada.

  Cosmo y él comenzaron siendo compañeros de laboratorio. Ya percibía una vibra que iba más allá de una simple amistad. Tails comenzó a enamorarse de su compañera, mientras salía con Cream. Sabía que era un gran error, y que terminaría mal, pero no pudo evitarlo. Un día la besó, la coneja los vio y... bueno. Todo terminó allí. Ahora Cream lo odia pero está junto a su amada. ¿Se arrepiente? Quizás. Pero estar con Cosmo lo hace olvidar todo eso.

—Möbius llamando a Tails —habla su novia, sacudiendo una mano frente a su rostro.

—Lo siento, ¿qué decías?

—Que me probaré este disfraz de hada. Tú sigue buscando, ni se te ocurra irte de aquí.

Miles asiente sonriendo mientras ve cómo Cosmo se va. Luego, vuelve a la ardua tarea de escoger traje. Pasa unos minutos en un profundo silencio, hasta que alguien carraspea detrás de él.

  Una eriza de piel clara con un toque moreno, ojos azules, y cabello morado cenizo y largo le sonríe amablemente. Trae puesto un delantal morado con una placa donde se lee su nombre.

—¡Hola! Bienvenido a Disfraza2, la tienda de disfraces más grande de Central City. Mi nombre es Meiken Aneu Rosset, ¿en qué puedo ayudarte hoy? —dice la eriza, aún sonriendo.

—Eh... Hola —le devuelve el saludo Tails—. Estoy buscando un disfraz, pero tengo el cerebro en blanco.

—Mmm... Déjame verte... —murmura Meiken, examinando al zorro con detenimiento—. Si mis ojos no se equivocan, puedo decir que eres todo un cerebrito, ¿verdad?

  La eriza, mientras aguarda respuesta por parte de él, recorre percheros cercanos a ella. Tails la sigue con la mirada.

—Eso creo... —responde en voz baja.

  Meiken ahoga una exclamación al encontrar lo que buscaba. Descuelga de una percha un traje y se lo enseña a Tails algo emocionada.

—Frankestein: un muy bonito clásico —le entrega la percha—. Creo que te quedará excelente. Ve a probártelo.

  Tails le hace caso e ingresa a los probadores. Allí ve a Cosmo con su disfraz de hada.

—Wow —musita, anonadado. Ella se da vuelta sonrojada—. Te queda hermoso.

—Entonces llevaré este —decide, robándole un corto beso a su novio—. ¿Lograste encontrar alguno?

—Ajá. Si me va bien, iré cómo Frankestein.

—Uh~, chispeante —canturrea Cosmo—. Me quitaré el mío e iré a pagarlo. Te veo en la caja.

  Tails se reúne con Cosmo nuevamente frente a una caja registradora. Allí los aguarda Meiken, sonriendo como siempre.

—Qué bueno que encontraron los disfraces perfectos. Diviértanse en esa fiesta —habla mientras embolsa los trajes.

  Los novios pagan y toman las bolsas.

—Adiós, Meiken. Gracias —se despide Tails con la mano izquierda.

—¡Gracias a ti por comprar aquí! Fue un placer atenderte.

  Después de dejar a Cosmo en su casa, el zorro de dos colas se dirige al negocio de sus nuevos amigos, el Team Chaotix.

Su gran amistad con Sonic había terminado por decisión de él. Desde que el período escolar inició, notó un extraño cambio de actitud en el erizo azul. Aún tiene ese humor de payaso característico de él y sigue siendo muy seguro de si mismo. A diferencia de siempre, se volvió algo frío y egocéntrico. Además, no trataba muy bien que digamos a Tails y este no soportaba el hecho de que la popularidad se le subió a la cabeza, haciendo que tratara mal al que se le cruce. Así que Miles decidió apartarse de él por su bien.

El Team Chaotix lo acogió sin problemas. Ellos parecían dolidos por la repentina ida de Knuckles, un gran miembro del grupo. Vector the Cocodrile es el "líder" de la banda. Es un cocodrilo alto y carismático que siempre lleva algo de oro en su cuerpo. Tiene, por lo menos, cuarenta años. Y está comprometido con Vainilla, la madre de Cream. Espio the Chameleon es un camaleón ninja púrpura, con un cuerno amarillo en su rostro. Rara vez emite palabra, pero si lo hace siempre es algo sabio o inteligente. Es compañero de Sonic y los demás en el último año. Por último, Charmy Bee es una irritante abeja que tiene su edad. Antes no le caía muy bien debido a su relación con Cream, pero luego de que terminaran, la abeja le agradeció por dejarle libre el camino.

Los tres trabajan como detectives de medio tiempo, porque no hay muchos clientes en la zona. Así que cuando están en su negocio, Tails siempre les hace compañía. Entablaron una gran amistad.

Una vez que llega, abre la puerta y saluda a sus amigos, pero no recibe respuesta. Los Chaotix se encuentran detrás del escritorio de madera atendiendo un cliente: un hecho sorprendente. Tails aguarda veinte minutos a que terminen. El cliente (un chacal azabache con una cicatriz en su rostro) se despide y le dedica una sonrisa amistosa al zorro antes de irse.

—Felicitaciones —habla Tails, aún observando la puerta—. Al fin tienen un cliente.

—Así es —asiente Vector, anotando algunos datos en su agenda—. Y tal vez necesitemos tu ayuda para este caso. Debemos rastrear un celular robado y apenas tenemos pistas.

—De acuerdo. Déjenmelo a mí —ordena el zorro de dos colas, acercándose a una computadora.