Terapias De Pareja

Especial

Segundo capítulo del especial Día del Amor y la Amistad

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Hace unos años...

"Cuando me casé, porque algún día me casare, será con él hombre que yo más ame, y obviamente el me va a amar mucho a mi, y ya no tendré que vivir en casa de mis padres, porque él me va a proteger de todo y de todos..."

-¿Esta bien del ajuste?- la señora de mediana edad detrás de ella con una cinta métrica en el cuello, una pulsera con alfileres en su muñeca y sosteniendo la tela en la espalda de Perrie la miró, ella salió de sus pensamientos.

-¿Podría soltar un poco el agarre? Me aprieta...- Perrie tenía las manos en la cintura y se miraba en el espejo de 180°.

Era la segunda y la última prueba que le harían a su vestido, faltaba un mes para su gran boda, la rubia estaba sola en el probador.

-¿Segura que no quiere llamar a nadie? Podemos esperar a que lleguen sus amigas o su madre...- la señora le sonrió de manera amable mientras tomaba las medidas.

-No, está bien, ya casi acabamos, ¿No?- la señora asintió.

Hacia seis meses que Zayn le había propuesto matrimonio en la azotea del departamento donde él vivía, estando sólo ellos dos, eso en parte le había quitado un peso de encima, pues tal vez su respuesta habría sido otra si él le hubiera preguntado en frente de todos los que conocían.

La señora acabo de hacer los ajustes y Perrie se puso la bata de seda antes de ponerse su ropa.

- Le recomiendo que se mantenga en el peso en el que está, sino, el día de la boda el vestido le quedará grande y se le caerá...- Perrie se quitó un mechón de la cara.

-Esta bien, gracias...- le sonrió de regreso y la señora salió del probador con él vestido y las medidas. Perrie se sentó en la silla que había ahí y sacó su teléfono, lo desbloqueo, había muchos mensajes del trabajo, dos de Zayn donde le deseaba suerte en la prueba del vestido y uno del investigador privado que había contratado "Tengo nueva información".

Perrie de inmediato fijo un lugar donde verlo cuando saliera de la prueba. La rubia se cambió de ropa y se miró en el espejo, miró el bonito anillo en su dedo anular, lo tocó, lo giró con intenciones de quitárselo, en ese momento alguien tocó la puerta.

-Señorita, necesitamos que pase por la nota-

-Ya voy- Perrie dejo el anillo en su mano y salió del probador.

Perrie salió de la tienda de vestidos de novia y fue al lugar acordado con él detective. Ella vestía un pantalón de vestir negro algo pegado a su cuerpo, una camisa azul de manga larga y unos zapatos deportivos, porque se había cansado de los tacones del trabajo, aún con su ropa formal y poco provocativa recibió varios comentarios en cuanto entró al bar de mala muerte donde se encontraba el detective privado.

-Perdón por hace la venir a este lugar, pero no puedo andar en los lugares que usted frecuenta...-

- Esta bien, no importa...- Perrie de sentó frente a él -¿Qué es lo que averiguó?- Perrie pasó una servilleta por la mesa antes de poner sus brazos.