Especial 5/5

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Lamento la tardanza

Ls vacaciones de verano recian habían comenzado y Liam y su familia, ya se encontraban estrenando casa, aun no cumplía los diez y ya se habían mudado tres veces, habían estado viviendo en una casa de renta antes de eso.

La nueva casa era grande, necesitaban más muebles, pero se sentía bien por fin tener una casa propia, Liam y sus hermanas debían compartir cuarto mientras conseguían las cosas necesarias para instalar a cada uno en un cuarto.

Los primeros tres días fueron de mudanza, acomodar y sacar cajas, ropa, trastes y uni que otro electrodoméstico, así como de limpiar y sacudir.

El cuarto día Liam y sus hermanas por fin pudieron salir a jugar, en la calles había niños jugando a diferentes cosas, unos jugaban fútbol y las niñas con sus muñecas, la madre de Liam los podía ver jugar desde la ventana de la casa y la calle no era muy transitada, así que no había mucho peligro.

Liam se fue a jugar fútbol mientras sus hermanas de iban a jugar muñecas con otras niñas, había solo tres niñas jugando, los demás eran niños, la niña de tez morena tomó la pelota.

-Mejor juguemos voleibol-

-Pero queremos seguir jugando fútbol...- uno de los niños la miraba con miedo.

-Si, pero nosotras queremos jugar a otra cosa- la niña se enojó.

-Hola...- Liam se acercó al círculo donde hablaban y saludó-Soy nuevo, me acabo de mudar...-

-Si, a la casa que recién acabaron de construir...- la niña acabó la frase por él -Vamos a jugar, ¿quieres?- la niña le sonrió.

-Si, me llamo Liam- saludo a todos.

-Yo soy Leigh-Anne, ellos son Demian, Max, James, Brian, Lincon, Lana y Lola, vamos a jugar voleibol...- sonrió y los demás se quejaron.

-¿Y si votamos?- los demás se hicieron para atrás -¿No? Para que sea justo, así le hace mi mamá cuando no sabemos que hacer- Liam sonrió.

-No, yo quiero jugar a otra cosa y como la pelota es mía así quejugamos a lo que yo quiera- Liegh le sonrio, saco la lengua Liam quedo desconcertado -Vamos a elegir equipos-

Leigh y otro niño eran los capitanes, así que los demás estaban en una fila, iban escogiendo uno cada quien hasta que no quedó nadie, Liam quedó en el equipo contrario a Leigh, cuando acabaron de elegir empezaron a jugar.

Luego de jugar toda la tarde la madre de Liam le indicó que era hora de bañarse, él y sus hermanas entraron a la casa.

-Mamá, ¿me puedes comprar una pelota?- Liam le pregunto a su mamá luego haberse bañado y de haber cenado.

-Lo siento cariño, pero entre los gastos de la mudanza y las compras de sus cosas para el inicio de clases tu papá y yo ya casi no tenemos dinero, además, estoy segura de que te las puedes arreglar para jugar sin una pelota...- su mamá le sonrió -Ya vete a dormir, es tarde...- le dio un beso en la frente, Liam asintió y se fue al cuarto, sus hermanas ya estaban en la cama, él se subió a la parte de arriba de la litera y se durmió.

Los siguientes días Liam tuvo muchas diferencias de opinión con Leigh, pero se veía en desventaja debido a que era niña y no le podía pegar.

A pesar de que casi nunca estaban de acuerdo, siempre acababan jugando juntos, riendo y pasando un buen día en compañía de sus amigos.

Ese verano había sido de cambios para toda la familia, pero sobre todo para Liam, pues nunca se había topado con una persona tan terca.

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