"Narra Alejandra"
-Quiero información. ¡Ya!- exijo a los informáticos que están en la central de la mansión invadiendo la de aún mas cacharros.
-Tendremos una emisora de ellos dentro de dos horas.-me informa uno de ellos sin despegar la vista de la pantalla.
-¡Dos horas! ¡Es mucho!
-Lo siento señora, no se puede hacer más.-suspiro en el aire y salgo de la sala en dirección al despacho.
Me siento en la silla de cuero y cierro los ojos. ¡No me pueden detener! ¡No lo pueden hacer! No quiero ir a la cárcel de por vida y si no latan a Morgan antes de que hable, estoy acabada. Llevo cuatro días en esta maldita mansión sin obtener resultado de todo lo que esta pasando en Colombia. Y me pone ¡nerviosa! El nuevo capitán de el cuerpo de policía esta haciendo lo posible por negociar para saber quien es el responsable de tantas muertes y no puedo permitir que consiga mi nombre.
En estos cuatro días he estado encerrada en estas malditas paredes, porque aunque este en otro país, no se me olvida el hecho de que mi padre era el mafioso mas grande de aquí. Hablando de el, todavía no he logrado entrar en esa puerta tan misteriosa. He intentado averiguar todo de el, pero es imposible.Sinceramente, ahora me importa un comino lo que haya ahí dentro. Tengo muchas cosas que hacer como para estar pendiente de pasar una estúpida puerta que me puede llevar a...nada.Tengo que encontrar algo para despejarme que no sea esa estúpida puerta. Algo para mantenerme fuera de toda esta situación. Abro los cajones de el escritorio y empiezo a sacar miles de papeles en busca de...algo interesante. Contratos, contratos y mas contratos. Lo único que veo en estos papeles. Vuelvo a colocarlos otra vez en el cajón, cuando justo, un pequeño papel cae en el suelo. Me agacho y cojo el papelito blanco, me levanto y lo miro confundida.
No es un papel normal, es una fotografía de mi madre. ¿Como es posible que aquí haya esto? Toco con ambos dedos el rostro de la fotografía. Es tan perfecta. Esa sonrisa, esos ojos exactamente iguales que los mios, con su precioso pelo dorado y su respingada nariz. Esta es la imagen que me hubiera gustado tener de mi madre antes de morir, así feliz. Nunca olvidare esa sonrisa que me dedicaba todo los días, esa perfecta voz....
Los grandes amores nunca se olvidan..por mucho tiempo que pase..
Frunzo el ceño. ¡Grandes amores! Esa es la ¡clave! Mi padre nunca fue capaz de ¡olvidarla! Me levanto rápidamente de la silla y despliego la carpeta de la estantería para que la puerta escondida se abra. Entro corriendo por el pasillo hasta llegar a la gran puerta blanca de acero.
Toco la pantalla dos veces para que se encienda y rápidamente ingreso el nombre de mi madre: Margaret. Me detengo cuando falta la ultima letra para completar el nombre. Respiro hondo y finalmente lo ingreso.-Correggi la password-(contraseña correcta) suena la voz robótica de mujer de las últimas veces.
Un vuelco de alegría y nerviosismo llenan mi corazón. ¡Por fin! Por fin descubriré que hay detrás de esta puertas. Veo detalladamente como la gran puerta de acero se va desplegando soltando un pequeño humo blanco por su obertura. El pasillo se llena de humo nublando la mi vista haciendo que tenga que agitar mi mano para poder saber donde estoy. La puerta esta totalmente abierta, dándome paso a su interior.Doy pasos decididos y fuertes hacia lo que parece una nave. Me quedo perpleja por su contenido, parpadeo dos veces ante gran espectáculo. Mis ojos tienen el placer de contemplar; dos helicópteros y dos eurofighters militares preparados para lo que parece la guerra. Me quedo asombrada, ¿como es posible que mi padre tuviera cuatro monstruos de estos cuando normalmente solo lo tienen los militares?. Aunque estos estén preparado como tales, no son como los comunes.
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Número Uno® [Sin Editar]
RomanceNúmero uno. Dos palabras muy importantes para todos. La mejor mafiosa de América con identidad secreta se enfrentará a uno de sus mayores problemas cuando el número dos regresa. ¿Qué significa eso? La guerra. Secretos, caos, adrenalina, sentimientos...