14. Lo arruinaste

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La campanilla sonó. Vio a Gema con una bandeja en sus manos observando la puerta y luego clavándole una mirada fija a ella antes de moverse a entregar el pedido.

Cuando quiso reaccionar se alejó de la barra y giró su rostro completamente aturdida.

—No debiste hacer eso...

Relamió sus labios y volvió a acomodar su cabello. Estaba sonrojada. Aun percibía las cálidas manos de Iris en sus mejillas.

—Lo siento, creí que te estaba gustando. —Iris le dijo en un tono más seductor, que arrepentido.

—Sí, no, solo que no esperaba que lo hicieras.

—Mel, en serio lo siento. Solo vi tus ojos y tus labios... y no pude contenerme. —Tomó asiento—. Prometo que no lo volveré a hacer si no me lo pides.

Tras esas palabras se animó a verla de nuevo.

—Pero en tu mensaje me dijiste que te demuestre que no estaba mintiendo. Y te puedo jurar que no lo hago. —Se justificó.

—Después hablemos de eso. Ahora no es momento, estoy trabajando y si alguien me ve podrían despedirme. —En parte era cierto. Miró hacia la cámara—. Si es que no lo han hecho ya.

Volvió su vista a la puerta, porque Gema acababa de hacerla sonar de nuevo para salir. Definitivamente algo raro sucedió allí.

—Bueno, ya sé que hoy por la noche no podremos salir ¿verdad? —dijo en un tono desganado para poder captar su atención.

—¿Te puedo dar un batido? Así no te ves sospechosa.

Iris se vio un poco atontada por la pregunta, pero al instante captó el mensaje y volvió a retomar su sonrisa.

—Supongo que puedo permitirme uno.

—¿Fresa?

—¿Me vas a responder?

Melissa decidió comenzar a hacer su licuado. Saco dos tazas y media de fresas picadas, el yogur natural, el azúcar y la leche.

—Esta noche no puedo, mañana temprano tengo un curso.

Midió una taza y un cuarto de yogur, lo lanzó a la licuadora y, luego agregó la leche.

—¿Un curso de qué?

Fue añadiendo poco a poco las fresas hasta logar una textura cremosa.

—De pintura.

—Me encantaría ver eso. Me acabas de dar una idea.

Añadió un poco de hielo a la licuadora y la detuvo después de unos segundos.

—¿Quieres un sorbete? Es de acrílico.

El silencio de las Mariposas | GL | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora