Proyecto Repetición

7

Empiezo a replantearme seriamente si debería usar el vestido. Es decir, ¿qué chica usa el vestido que un hombre misterioso compró para ella?. Es muy hermoso, debo admitirlo; ni bien lo saqué de la bolsa solo pensé en lo hermoso que se ve.

Tiene lentejuelas plateadas en todas partes, de adelante es simple y tiene una hermosa caída, pero detrás está el gran detalle; en la espalda se encuentran huecos, desde mis hombros hasta mi cintura baja. Lo hace sensual y elegante al mismo tiempo.

Continúo mirándolo por el espejo, el vestido resalta mis curvas en los lugares correctos y se adapta a mí cómodamente. Mis ojos quedaron simplemente encantados, comenzaba a pensar que me había enamorado del vestido.

Miro a través del espejo a Josh, él observa pensante cada detalle del vestido, sentado en la punta de mi cama e inclinado hacia adelante con una mano en su barbilla y la otra reposando en su rodilla.

Tal como ambos lo habíamos imaginado, es justo de mi talla. El hombre sí acertó, eligió la talla correcta.

-¿No crees que tal vez Dylan lo haya comprado para ti?-Pregunta de la nada. Me volteo inmediatamente y lo miro de frente-He visto cómo te mira, algo sucedió entre ustedes, ¿verdad?-Vuelve a interrogarme. Muerdo mi labio y hago una mueca. No sé cómo responder a eso.

Pero todo encaja...

Dylan se fue sin dar explicaciones ni bien mencioné que debía comprar un atuendo para hoy.

Él me conoce, sabe mi talla.

Él tiene el dinero suficiente como para comprarme algo como esto.

Él tiene buen gusto con la ropa, ya ha asesorado mis atuendos en el pasado.

Él dijo que iba a ayudarme.

Y es la única persona además de Josh y Feraud aquí en Londres que me conoce.

-Sí, es Dylan-Exclamo sorprendida y anonadada. Josh asiente como diciendo "te lo dije" y se levanta.

No comprendo los cambios de humor de mi jefe, primero insinúa querer vengarse y echar a perder mi posible lugar en la compañía, y luego me ofrece su ayuda y me compra anónimamente un vestido.

-Dejaré que termines de prepararte, la cena comienza en media hora-Se coloca delante mío y deja un beso en mi coronilla mientras acaricia mis brazos. Siento su embelesador perfume entrar pos mis fosas nasales y cierro los ojos por un momento-Ponte hermosa-Susurra antes de separarse de mi y salir de la habitación.

Siento una opresión en mi pecho, preocupación. Él es solo mi amigo, ninguno de los dos siente cosas por el otro... pero la forma en que Josh me trata a veces, me hace pensar que para él lo nuestro no solo es una amistad.

Sacudo mi cabeza quitando esos pensamientos y comienzo a maquillarme, no puedo tardar demasiado. Debo lucir increíble, es mi primera cena con toda la compañía y aunque nadie lo admita, las primeras impresiones son muy importantes. He estado teniendo un par de dudas sobre esto, ¿todos los artistas aquí tienen tanto dinero como para venir a Londres solo por una cena?.

Qué digo... sí, sí lo tienen. ¡Son artistas!.

Alguien toca a mi puerta y extrañada dejo de arquear mis pestañas para ir a abrir, tal vez Josh olvidó algo.

-¿Dejaste algo, despistado?-Bromeo abriendo la puerta, pero no hay nadie allí. Funzo el ceño y miro a los costados, el pasillo está vacío, exceptuando una señora que acababa de salir de su habitación. Me mira raro durante unos segundos, pero la ignoro.

Estoy por cerrar la puerta cuando noto una caja azul aterciopelada a mis pies, la levanto y entonces sí cierro la puerta.

Acaricio la fina caja, sintiendo el terciopelo entre mis dedos, y la abro. Lo primero que veo es un broche para el cabello color plateado con algunos brillantes, indescriptiblemente hermoso.