Golpe de suerte (#2 Saga Bebé)

Capítulo 8

Blue:

Huyo de Chase durante varios minutos y medito durante todo ese tiempo como hare para llegar a casa.

La respuesta está ante mis ojos cuando veo a Kian, está junto a unos chicos bebiendo y riendo , ignorando por completo mi presencia, sin embargo es el único confiable, además de Chase para que me lleve a casa, así que voy hacia él, no antes de ver si no hay"Moros en la costa".

—Kian..

La risa de él y unos tres chicos a su lado se termina, él se gira hacia mí y me muestra una mueca.

—Quería saber si.—Le doy una mirada a sus acompañante y vuelvo a mirarlo.—Si puedes llevarme a casa.

Él aprieta las manos en vaso de platico.

—¿Chase no puede..? Creí que te irías con ..

—Lo pensé.—Miento.—Pero eres mi cita y..

—Escucha , Blue.—Me detiene y su rostro muestra burla.—Voy a ser honesto contigo.

Mi sonrisa se cae.

—Salí contigo porque me hicieron una apuesta.

Me quedo sin habla y siento mis ojos arder, tengo la duda en mi pecho, pero cuando escucho y veo reír a los otros chicos a su lado entiendo que he sido una estúpida.

—Tenía que acostarme contigo, pero ahora que sé que no eres virgen.

No llores..

No llores, Blue..

Risas, eso escucho y hasta veo como una sonrisa cruza los labios de Kian, el luce complacido con todo esto.

—No es personal, Blue.—Como si saber eso doliera menos.—Si fuera cualquier otra chica lo hubiera hecho también, era dinero fácil así que..

No llores..

—Blue , yo no..

¡Dije que no lloraras!

Ya es demasiado tarde..

—¡Hijo de puta!

Rojo, eso veo.

Solo veo rojo y mis oídos están tapados hasta que con la vista compruebo como Kian yace en el suelo mientras Chase lo golpea sin parar y hasta mostrarme el color rojo en su puño derecho.

Escucho gritos y los intentan separar , las chicas están gritando y Whitney esta histérica, Bradley y Lucas los logran apartar y Chase le exige que lo suelte, lo hacen luego que se calma y sus ojos van enseguida a verme, le dice algo a Whitney y antes de que venga por mí, estoy echando a correr otra vez, solo que ahora no me importa llegar sola a casa.

—¡Blue!

No pares..

No te detengas, Blue..

—¡Blue!

Siento como me sostiene de la muñeca y me hace girar, sus ojos me observan con tristeza y odio que me mire así, pero entonces su mirada cambia poco a poco y noto que estoy llorando.

Rápidamente sus brazos me dan calor atrayéndome hacia ellos.

—Está bien.—Murmura sobre mi cabello, presiona sus labios y solo lloro.—Nos iremos de aquí.

(*)