Golpe de suerte (#2 Saga Bebé)

Capítulo 12

Chase:

He besado a muchas chicas en mi corta vida hasta ahora, pero nada se comparaba como cuando lo hacia con Blue y aunque  ella no llevara el titulo a la "Mejor besadora", para mi era más que suficiente el solo tener sus labios sobre los míos.

Además, como yo mismo se lo dije, cada vez sus besos se vuelven más jodidamente deliciosos.

No soy de piedra, así que por  momento quiero ir más allá y es una lucha constante entre lo correcto y la excitación corriendo por todas mis venas, batallo constantemente para que mis manos no bajen más de donde se me permiten y termine asustándola.

Estamos en un baño, si, el baño de chicos de la universidad  y me siento horrible , no solo por traerla aquí, sino por hacer que falte a clases  y me siento aun peor por no arrepentirme.

Chase , eres una persona horrible.

No había otro lugar, no sin que nadie nos viera.

—Chase..—Gime sobre mis labios y el sonido es jodidamente dulce.

Maldita sea, ella no me lo hace fácil.

Me aparto en busca de aire y sonrio al verla agitada.

—Deberíamos estar en clases.

—De igual forma ya nos perdimos la primera clase.—Le recuerdo.

—Y de quien es la culpa.

—Pues tuya.

Sonrio, Blue se gira para observarse en el espejo y sus mejillas adquieren color, rápidamente sube ambas manos a sus labios.

—¡Están rojos!

—Mira el lado positivo, no necesitaras ese horrible labial.

Me lanza una mirada fulminante.

Suspiro.—Sin embargo saben bien.

Ella vuelve a sonrojarse.

—Deberíamos volver.

—Ya oí.

Estiro mi mano hacia la suya y ella lo toma después de darme una sonrisa, salimos de los baños a escondidas y al ver que no hay nadie mantengo mi mano sujeta a la suya por todo el camino.

Lo bueno de esta etapa llamada universidad es que no tengo que dar explicaciones a nadie de mis faltas a clases.

—El timbre sonara en unos minutos.—Me avisa luego de ver el reloj en la pared, ella luce decepcionada cuando mira nuestras manos.—Deberíamos soltarnos.

Entrelazo nuestros dedos.

—Aun quedan unos minutos.

Esto de mantenerlo en secreto se esta volviendo molesto y no se cuanto tiempo seguiré aguantando.

—Es verdad.

Me quedo viéndola y recuerdo algo.—Hace tiempo que no dormimos juntos.

Sus ojos se abren y otra vez se ruboriza.

—¿Qué estas pensando, pervertida? ..Hablo de dormir.

—No pensaba nada.—Oh no, claro que lo hacías.

—Entonces .. ¿Hoy?

—¿Hoy?

—¿Puedo quedarme a dormir en tu casa?.—Insisto.

Se sonroja, maldición.

Podría comerla a besos.

—Chase..—Murmura.