El papel principal

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Su cuerpo se estira y se contrae calentándose, deseoso por dejar de lado los ejercicios iniciales y comenzar a bailar. El corazón le late ahogado en ansias y la desesperación le pica los pies desnudos. Axel quiere sentir su cabello acuchillar el viento, quiere gastar toda la gracia y energía que le sean posibles en esa secuencia de pasos, quiere que el vigor y las ganas de vivir lo recorran por completo, y quiere escuchar los aplausos del final mientras respira con dificultad y pese a ello sonríe. Sin embargo, todavía no puede hacerlo. Todavía debe esperar una semana para su gran debut, todavía debe practicar bastante, y todavía debe calentar mientras espera a su compañera para comenzar el ensayo. Ella bailará un dueto con él y por lo tanto el debut será de los dos, pero a Axel no le importa compartir la gloria mientras brille todo lo posible.

Axel continúa su calentamiento en el salón de baile de la empresa para la que trabaja, y justo al otro lado de la calle, en su hogar y en el salón que sus padres construyeron para que practicara, se encuentra su compañera de baile, Luisa Hernán. Ella llora mientras su cuerpo se agita y su boca amordazada trata de gritar.

—Como que Luisa está tardando mucho ¿no? —comenta Javier poniendo las manos detrás de su nuca, al mismo tiempo que Luisa en casa de Axel, escucha un ruido que la obliga a mantenerse quieta.

Axel mira con molestia a Javier y al resto de los bailarines, quienes trabajan para la misma empresa que él y deberían estar calentando. Sin embargo, ellos prefieren aprovechar el retraso de su entrenador para hacer el tonto y contar chismes. Esa actitud pone a hervir las mejillas de Axel. Gente así no merece siquiera un papel de extra en una obra.

—Luisa y el entrenador llegando tarde ¿eeeh? ¿qué creen que estén haciendo? —canturrea Javier con una sonrisa pícara.

En casa de Axel Luisa gime cuando ve a su captor acercarse.

—Deja de decir tonterías Javier, que no sabemos con qué problemas estén lidiando en este momento —le reclama Rosa con expresión rígida, sin afectar en lo más mínimo el humor del chico.

Luisa observa como la figura se inclina ante ella. Si no estuviera atada a una silla y con los tobillos unidos por una cuerda, le daría un golpe en el rostro.

—¡Ay, que tierna eres! —sonríe Javier pellizcando las mejillas de Rosa. Ella trata de apartarlo, pero es demasiado dócil para hacerle un daño real—. Todos sabemos que Luisa no es una santa ¿cuánto apuestan a que así consiguió el papel protagónico?

—Javier, no digas mentiras —lo regaña Samantha con un tono muy serio, luego mira en dirección a Axel y suelta una risita—. Todos saben que fue Axel el que le abrió las piernas al dueño y Luisa se encargó de grabar.

Ambos comienzan a reírse a carcajadas.

Axel sabe que Samanta y Javier esperan una reacción de su parte, pero no piensa dárselas. Lo que en verdad le preocupa de la ausencia de Luisa es que va a retrasar los ensayos. Ni siquiera es que necesite a Luisa en específico para poder ensayar, sino que no puede contar con los demás para que la reemplacen. Samantha no lo soporta, Rosa no es lo bastante buena para realizar la rutina y Javier es tan pesado con eso de demostrar su masculinidad que se negaría por completo a bailar con otro hombre.

En casa de Axel el criminal sostiene un galón de gasolina.

—Oigan, si estoy preocupada por Luisa, ya van varias veces que le marco y no contesta —dice Rosa mirando su teléfono.

—Hey ¿a dónde vas? —pregunta Javier en cuanto ve que Axel recoge su chaqueta y se dirige a la salida.

—A buscar a Luisa.

—Si quieres vamos nosotros —declara Samantha levantándose del suelo.

—No se molesten, voy yo —afirma Axel.

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⏰ Last updated: Nov 23, 2021 ⏰

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