Equal Halves. MADLY IN LOVE #2

Capítulo 45

En las películas siempre ves situaciones como ésta. La chica encuentra al chico con otra chica, da un paso al frente, viven su momento dramático, la chica llora, el chico corre para intentar explicarse, un par de líneas con más drama romántico, y todo termina con la chica dejando el lugar y yéndose a llorar, sin darle oportunidad al chico de dar una explicación.

Todo se resume a las conclusiones. Lo que tu cerebro te dice que está ocurriendo en base a lo que tus ojos ven.

Siempre me pareció una cosa injusta de hacer. Digo, entiendo que los que ellas ven en el momento luce como si no necesitara explicación, sienten si no quisieras oírla en absoluto. Pero yo no lo creo así. Yo creo que si un hombre te engaña, tiene la responsabilidad de decírtelo a la cara. Decirte que ya no quiere estar a tu lado, que no te quiere, y que todo ha terminado. Y tú necesitas oírlo para continuar, llorar todo lo que necesites, y luego seguir con tu vida con la frente en alto. Es lo mínimo por hacer luego del tiempo y sentimientos puestos en una relación.

Por esa misma razón no hice nada más que continuar observando, aun cuando la imagen que se reproducía frente a mí me provocaba náuseas y un incesante dolor en el pecho, justo donde se supone que el corazón está, porque era exactamente la parte de mi anatomía que sangraba en mi interior.

Continuaba esperando, porque quería una explicación, pero también quería estar segura, por más estúpido que se escuchara, de que Alex realmente estaba haciendo esto. Haciéndome esto a mí.

Habíamos pasado por mucho juntos, y después de todo aquello lo mínimo que podía hacer es darle un voto de confianza y esperar para ver cómo procedería.

No se detuvieron los primeros tres segundos, pero al cuarto ocurrió por fin.

Alexander la cogió por los hombros y con un brusco movimiento la alejó de sus labios y de su cuerpo. Sus ojos refulgían en rabia, acompañados de una tensa expresión en su rostro.

Babette abrió sus ojos sorprendida y dio un instintivo paso atrás.

―J'ai dit non, Babette. Non. Pas maintenant, pas demain et pas dans un proche avenir (Dije que no, Babette. No. No ahora, no mañana, y no en un futuro cercano) ―escupió entre dientes. Desde mi lugar pude ver como su agarre en los hombros de la chica se afianzaba más de lo que consideraba correcto―Veux-tu baiser? Tu veux de l'argent? Eh bien, allez trouver un autre idiot pour vous les donner. Mais laisse-moi tranquille, parce que les deux seules choses que tu as toujours voulu de moi, je ne vais plus te les donner (¿Quieres follar? ¿Quieres dinero? Pues ve a buscar a otro idiota para que te los de. Pero déjame en paz, porque las únicas dos cosas que siempre has querido de mí ya no voy a dártelas).

Babette se encogió en su lugar, soltando un gemido lastimero por lo bajo y parpadeando con los ojos acuosos. Esa fue mi señal para intervenir.

Lentamente terminé de abrir la puerta del baño y carraspeé para hacerme notar. Ambos se giraron en mi dirección y se mostraron igual de sorprendidos de encontrarme frente a ellos.

Si, bueno, la única sorprendida debería ser yo aquí.

Alex soltó rápidamente a la mujer y dio un tentativo paso en mi dirección.

―¿Todo está bien? Pareces a punto de golpear algo ―comenté con una ligera sonrisa, mirando a Babette de reojo. En el fondo sentí un poco de pena por ella, porque sea cual fuera lo que Alex acababa de decirle la había afectado genuinamente. O al menos eso me decía el brillo en sus ojos y el sutil temblor en su labio inferior.

Esa era la Lily buena al volante, porque en su gran mayoría estaba riendo al estilo Maléfica, deleitándome con su expresión.

No iba a decir una sola palabra de lo que acababa de presenciar. Actuaría como si acabara de salir del baño y me los encontrara por mera casualidad. Mi punto aquí era probar a Alex. Necesitaba saber si él me quería tanto como para arriesgarlo todo por mí. Incluso un futuro a mi lado. Necesitaba que fuera el hombre que yo creía que era, sincero y leal, porque de lo contrario terminaría de decepcionarme por completo.