Mi maldita amada - Capítulo 10.

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Después de conocer a los amigos de Dante, porque parece que Vergil no se llevaba muy bien con ellos, decidimos quedarnos allí en el sofá

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Después de conocer a los amigos de Dante, porque parece que Vergil no se llevaba muy bien con ellos, decidimos quedarnos allí en el sofá.
Lady y Trish se habían ido junto a Dante a quién sabe, sin antes decirnos "Tienen la agencia sola, cuidado con lo que hacen" y fueron corridos por un Vergil quién los observó de mala manera.
En parte me gustaba la agencia, no estaba muy decorada, pero aquellas armas colgadas en las paredes le daban un toque agradable.
-Que simpáticas fueron las chicas-dije para tablar conversación.
-Están locas-comentó Vergil, no pude evitar reírme y obtener una mirada de Vergil quien me sonrió-¿Cómo vas llevando todo esto?
-Un psicópata nos está persiguiendo y nos quiere matar a toda costa, enviándonos demonios. Más que bien-respondí sonriendo de lado.
A Vergil se la había borrado aquella sonrisa y su rostro miró al frente ¿La había cagado?
-Es mi culpa-dijo frío.
-No lo es-negué acercándome a él.
-Si lo es, sinó hubiera sido por mi no estarías metida en líos, ahora mismo vivirías tranquila.
-Si, seguro-dije tomándolo del rostro para que me viera-pero no te hubiera conocido.
-No te pierdes de nada-rodeó los ojos.
-No digas eso-dije frunciendo el ceño-para mi eres perfecto.
Pude ver un leve sonrojo en sus mejillas, juro que quería enmarcar ese recuerdo en mi cabeza.
-No me conoces-interrumpió-hice tantas cosas, que si te contara no me verías de la misma forma.
-Me importa la persona que eres ahora conmigo-dije aún manteniendo la sonrisa-te amo Vergil Sparda ¿Acaso tengo que repetirtelo muchas veces para que lo entiendas?
-¿Desde cuando me dices mi nombre completo?-preguntó alzando una ceja-voy a pensar seriamente retomar lo de antes-agregó en un tono divertido.
Solo sonreí y fue él quien beso mis labios, seguí el dulce beso sin apartar las manos de su rostro. Poco a poco iba cayendo hacia atrás, hasta quedar recostada en el sofá con él encima mío tomando firmemente de mis caderas.
Poco a poco el beso fue aumentando, y nuestras manos comenzaban a inspeccionar nuestros cuerpos.
-Vergil-susurré tensándome, se detuvo y abrió sus azulados ojos para contemplarme.
-No lo haremos, quédate tranquila-susurró depositando un beso sobre mi frente, no pude evitar sonreír sonrojada-¿Qué te parece si vamos a descansar?
Asentí como respuesta y nos fuimos a su cuarto, donde allí nos recostamos en su cama. Posé mi cabeza sobre su pecho y él me envolvió en sus brazos de una manera cálida y protectora.
Cerré los ojos y poco a poco comenzaba a dormirme, habrán pasado minutos y sentía que aún me observaba aunque tuviera los ojos cerrados.
-¿Qué has visto en mi?-oí entre susurros de su parte-aquí la perfecta eres tú. Si te vieras con mis ojos-agregó pasando una mano por mis cabellos.
Y por último oí un te quiero y un beso sobre mi cabeza ¿Puede esto ser mejor?

꧁𝓜𝓲 𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓪 𝓪𝓶𝓪𝓭𝓪.꧂Where stories live. Discover now