Mi maldita amada - Capítulo 17.

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Aquella noche había sido perfecta, ella había sido perfecta

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Aquella noche había sido perfecta, ella había sido perfecta. Su cuerpo, sus movimientos, su rostro lleno de lujuria, maldición era perfecta.

V-Vergil...

Te amo...

H-Hazme tuya...

Su voz mezclada con gemidos se había grabado en mi cabeza y en esos momentos me hacían subir la sangre a la cabeza.
-Buen día-saludó Dante, quien entraba a la cocina, volví en si y lo observé.
-Buen día-respondí al saludo bebiendo un sorbo de mi taza de café.
-¿Alguien tuvo acción anoche?-preguntó Dante observándome con las cejas alzadas-pude oír un "Vergil... Vergil, sigue"-imitó un gemido con cara de estar sintiendo placer.
Me ahogué con el café y Dante rió a carcajadas.
-Las paredes de los cuartos son muy delgadas y te recuerdo que duermo al lado-comentó alzando el dedo índice en ademán.
-Me iré de aquí-amenacé dejando la taza sobre la mesa.
-Se que no lo harás porque quieres a tu hermanito.
-No sabes cuanto-comenté con ironía abandonando la cocina.
Fui escaleras arriba hacia mi cuarto y cómo lo supuse, ya estaba despierta, sentada sobre la cama con una remera mía puesta y apenas los cabellos alborotados.
-¿Qué hora es?-preguntó frotándose un ojo.
-Es temprano-respondí acercándome y me senté en la cama posando la espalda sobre el respaldar-vuelve a dormir si quieres.
Acto seguido se sentó sobre mis piernas mirando hacía mi. Sabía que debajo de esa remera no había nada y... no quería pensar en ello ahora.
-Buenos días-saludó sonriéndome.
-Buenos días-saludé también tras recibirla con un beso en los labios.
-¿Quién lo diría? Llegar hasta aquí.
Alcé una ceja cómo respuesta.
-Cuando antes me querías cortar el cuello y no te importaba.
Sentí una pesades, sabía lo que había hecho y me arrepentía mucho de ello.
-Y aún sigo sin entender como es que estas a mi lado-dije observándola.
-Porque te amo.
Pasé una mano por su mejilla, la tomó, le depositó un dulce beso en la palma y lo llevó hasta su pecho.
-Y porque mi corazón y mi vida te pertenecen por siempre.
Mi corazón latía rápido ¿Esta sensación? ¿Era de amor? Si, lo era y me gustaba sentirlo por ella.
-Te amo-le dije de repente mientras tomaba sus manos entre las mías y las acercaba a mis labios-y siempre lo voy a hacer.
Sonrió acercándose a mi y sellamos nuestros labios en un dulce beso.
Es cierto ¿Quién iba a pensar que ella seria la persona que querría a mi lado por siempre? Padre, ahora entiendo cómo fue que te enamoraste de mi madre, ellas tienen ese toque especial que nos hacen caer rendidos a sus pies, ahora lo se.

꧁𝓜𝓲 𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓪 𝓪𝓶𝓪𝓭𝓪.꧂Where stories live. Discover now