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Fuimos a la agencia que estaba más cerca, y aparte de ello queríamos asegurarnos de que no había más peligro. Así que preferí que se quede en la agencia conmigo, a salvo. Nos quedamos en mi cuarto, dónde a Helena le tuve que prestar alguna prenda holgada superior, las suyas estaban manchadas, mojadas e incluyendo rotas. -Ten-le tendí la remera, me observó y tomó entre sus manos. -Gracias-agradeció sonriente. -Bueno, ahora puedes estar más tranquila-comenté avanzando nuevamente hacia el ropero, necesitaba una inferior, una que no fuera grande-ya no te moles...-me detuve en cuanto voltee, la ví de espalda, quitándose la remera y pude ver aquellos moretones. De seguro le dolían mucho ¿Qué tanto daño fueron capaz de hacerle? Con tan solo verla me sentía culpable, culpable de no poder protegerla. -¿Estás bien?-mi voz sonó preocupada, lo estaba, definitivamente. Ella simplemente volteó apenas el rostro sonrojado e inmediatamente se puso la prenda. -Si, estoy bien-respondió rápido-perdón por cambiarme delante de ti y no avisarte-agregó apenada, sus mejillas comenzaban a tomar un tenue carmín. Me acerqué y senté a su lado, al verla se me venía a la cabeza miles de imágenes. Si en aquel momento no hubiera llegado a tiempo, todo hubiera acabado. Sentí un nudo en el estómago con solo pensarlo y me abracé a ella, ese sentimiento de desesperación me exigió que lo hiciera, no se cómo iba a reaccionar a ello. -Ver...-me nombró asombrada, me había acostumbrado tan rápido a su cariñosa forma de nombrarme. -Nunca te vayas de mi lado-se me escapó de los labios. No la veía pero sabía que estaba sonrojada, sentía su corazón acelerado contra mi pecho, esa sensación cálida era tan reconfortante. Lentamente me aparté para poder contemplar aquel angelical rostro-te necesito en mi vida... Silencio, no emitía sonido alguno. -¿Acaso te comieron la lengua?-ironice alzando una ceja, negó con la cabeza torpemente y sonrió, sus ojos mostraban un universo bañado en estrellas. -No me voy a ir nunca de tu lado-respondió esta vez ella abrazándome. La envolví, respire profundo y desee en lo más profundo de mi ser que jamás me abandone.
