21| No basta con pedir disculpas

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Daemon caminaba arrastrando los pies por los pasillos de la escuela. Estaba de mal humor y encima se moría de sueño, pero claro, sabía que se merecia eso y más.

El día anterior, después de haber salido semidesnudo en busca de Max volvió a su casa para vestirse, subir a su motocicleta e ir hasta la casa del pequeño elfo. Lastimosamente él no estaba, no respondía las llamadas y tampoco leía los mensajes que le enviaba. Daemon sospechaba que Max estaba en casa de Billy y sabía que vivian cerca...aunque no sabía exactamente donde se encontrba la residencia del rubío así que prefirió volver a casa y seguir tratando de comunicarse con Max.

Sumado a eso tuvó que soportar el sermon que le dió su madre y la bofetada que Fallen le soltó cuan les conto lo que había dicho a Max. Para terminar de cerrar el día con "broche de oro" no pudo dormir a causa de la culpa.

Y esa mañana no había empezado de la mejor manera. No logró arrancar la motocicleta para irse a la escuela lo que provocó que llegara una hora tarde y tuviera que quedarse una hora entera fuera de la dirección a modo de castigo. Parecía que el Karma si existía.

Quizá lo peor de todo era que no compartía una sóla clase con Max, lo que le había impedido verlo en lo que iba del día. Así que cuando escucho el timbre que anunciaba el almuerzo, corrió directamente hacia el comedor a la espera de toparse con aquel chico de ojos azules... Fue inútil, el no estaba ahí. Caminó con los hombros hundidos hasta llegar a la mesa donde estaban sus amigos.

—Hey...—los saludo sin mucho animo.

—Wow— Scott se le quedo viendo con sorpresa— Te ves como la mierda.

—Gracias no sabes cuanto necesitaba escuchar eso.

—La verda duele ¿cierto? — Aron como siempre dando justo en el punto. Daemon bufó con molestia y decidió cambiar de tema.

—Por cierto...¿Han visto a Maxwellth?— Trató de que su voz no sonara tan afectada pero supo que fracaso cuando sus amigos se le quedaron viendo detenidamente.

—No—dijó Aron — ¿Por qué lo buscas? ¡oh, espera! Por fin te diste cuenta de que actuar como un idiota no te esta llevando a ningun lado...

—¡Por favor Aron, no estoy jugando!— se pasó una mano por el cabello— Lo que menos necesito en este momento son tus comentarios sarcásticos.

—Bien, bien— el rubío sonrió de manera maliciosa— No lo hemos visto...y a Jason Cooper tampoco. —enarco una ceja con fingida curiosidad— ¿Crees que el capitán y Max hayan planeado una escapada romántica?

Daemon sintió que el corazón le daba un vuelco y empezó a ver en todas direcciones hasta que su vista cayó sobre la mesa que usualmente ocupaba el capitán, el pelinegro gruñó fastidiado.

—Jason esta sentado en su mesa.

—Lo sé—El rubío soltó una carcajada— Solo quería ver como entrabas en pánico.

Scott carraspeó llamando la atención de ambos chicos antes de que a Daemon se le ocurriera golpear a Aron.

—Creo que Max no vino a la escuela y puede que este con Billy, porque tampoco lo he visto a él.

El pelinegro cerró los ojos y maldijó mentalmente. Necesitaba hablar con Max y aclarar las cosa de una vez por todas porque sentía que con cada minuto que pasaba, sus oportunidades de redimirse se acababan. De prontó se le ocurrió una idea.

—Llámalo— le pidió a Aron, era más probable que le respondiera a él.

—¿A Max?

—No, a tu padre...—dijo con irritación —¡Por supuesto que a Maxwellth!

Un Golpe De Suerte (Suerte #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora