PREDESTINADA A ÉL

CAPITULO 3

CANCIÓN: STARBOY - THE WEEKND

-¿No piensas decir nada?

- ¿Que puedo decir Laila? El Dustin que conocía comía gomitas con Coca- Cola, y ahora se ha transformado en "eso" por lo menos estoy feliz de verlo.

- ¿Es una broma? Te trata como a una mierda el primer día de trabajo y se hace el desentendido de que no te conoce y aún así dices que ¿estas feliz de verlo?

-Fueron cinco años sin verlo, Dustin era mi mejor amigo, me alegra que este bien.

-Pues se ve que está bastante bien y que la única que la paso mal estos cinco años fuiste tú.

- Es mejor que me coloque ha hacer los balances,no quiero tener problemas con el mañana.

-Esta bien, suerte.

Enciendo mi laptop para hacer los balances financieros que Dustin me encargo y duro hasta las dos de la madrugada pasándolos lo que significa que tengo cuatro horas para dormir.

Me recuesto en mi cama y lo primero que hago es tomar el pequeño baúl en el que guardo todos mis recuerdos con él y es inevitable que las lágrimas me invadan, todo está allí, inclusive la cadena de trébol, ahora son sólo eso recuerdos.

¿Porque cambio de esa manera tan radical? ¿Cuál es su razón? Yo hubiera estado dispuesta a escucharlo.

Me despierto con el sonido de mi alarma, y rápidamente me cambio de ropa para ir directo a las empresas, ya me estoy mentalizando como va ser el día de hoy.

-Mierda Dan..pareces un mapache.

-¿Que? Gracias por decirme que luzco horrible.

- ¿No te has visto acaso en el espejo? Tienes ojeras ¿Hasta qué horas duraste despierta?

-Hasta las dos.

- ¿Las dos? ¿Estabas acaso loca? ¿Y estuviste llorando? Tus ojos lucen hinchados.

-Si, estuve llorando.

-¿Dan estabas llorando por ese imbécil? No puedo creerlo.

- Ya basta Laila, es difícil para mi hacerme la idea de que ya no soy su amiga.

- Esta bien solo será cuestión de tiempo.

Me dirijo al baño para verme en el espejo y efectivamente Laila no mentía luzco peor que un mapache, como puedo logro tapar las horribles ojeras con maquillaje y salgo después de eso rumbo a la empresa.

No fue difícil darse cuenta que Dustin llegaba a las empresas, puesto que todas las empleadas tenían esa expresión libidinosa en sus rostros.

Ahi estaba "el señor Eigner" con unas gafas de sol, un saco azul oscuro perfectamente pegado al cuerpo, un pantalón del mismo color, una camisa blanca con una corbata azul rey y unos zapatos de charol negros, un Dustin diferente al que vestía remeras.

-Buenos dias señorita Johnson,espero los balances que le pedí ayer.

- Buenos días señor Eigner, en un momento los subire.

Subo los balances hasta su oficina y él se coloca a revisarlos.

- No se marche hasta que yo los revise.

- De acuerdo.

Dustin da una rápida ojeada y gira su mirada hacia mí.

-Vuelvalos a hacer estan mal.

- ¿Qué?

- Que están mal señorita Johnson, revise bien los ingresos de la empresa y vuelvalos a imprimir.