Danielle Johnson y Dustin Eigner eran los mejores amigos en la universidad, hasta que por azares del destino, terminan separándose y perdiendo cualquier contacto entre ambos. Después de cinco años Danielle intenta conseguir un trabajo en unas de las...
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Narra: Dustin Eigner
Dan... ¿Como olvidar a Danielle? Mi pequeño trébol de la suerte, en ninguno de estos cinco años, la pude olvidar, por eso cuando vi su currículo para entrar en mi empresa no dude en contratarla.Por fin la vería después de cinco años, lucía diferente, más mujer, pero con la misma personalidad dulce y encantadora.
Odio tratarla de esa forma, pero es la única manera de tenerla a mi lado sin que me quiera, por nada del mundo debo dejar que se entere de los demonios que me atormentan desde hace cinco años, eso es algo que ningún lujo puede cambiar. Y menos que Leonard, mi padre, se entere de ella.
He estado luchando todo este tiempo conmigo mismo, con mis demonios,nadie me puede salvar de este infierno, estoy solo en esto.
Decidi irme a pasar una buena noche en un bar de New York,me siento en la barra mirando mi iPod, porque desde hace exactamente un mes Madinson me está texteando para hablar conmigo y he tratado de cortar cualquier contacto con ella desde lo que sucedió hace un año.
Pido un whisky en las rocas y en ese instante una rubia despampanante se sienta a mi lado.
-Hola guapo tú y yo..podriamos pasar un buen rato ¿Qué te parece?-Dice mientras pasa sus dedos por mis manos.
Estoy a punto de decirle que si, cuando veo a Danielle en el bar,sentada en una de las mesas.
Mi mirada que antes estaba dirigida a las piernas de la mujer que tengo delante mío,se desvían a donde Danielle se encuentra, por un momento pienso que se trata de una ilusión, porque la pierdo de vista de mi radar.
Hasta que la vuelvo a ver, yendo directo al baño.
-Tendra que ser para otra ocasión -le digo a la rubia, mientras me levanto del asiento y me dirijo al baño de mujeres .
Sin pensarlo dos veces entro en el baño sólo para encontrarmela y ver que sus ojos lucen como si hubiera llorado. No quiero confirmar lo que se me ha pasado por la mente, se que probablemente la razón de su llanto sea yo y eso me hace sentir como un maldito cabrón.
Ella me evade dejándome atrás,mientras la sujeto por el brazo para que me diga con quien ha venido al bar, a lo que me responde que con una amiga, pero no le creo y no la pienso dejar sola en ese sitio.
-Y bien..¿donde está su supuesta amiga?
- No soy una mentirosa, ella no demorará en llegar. Debería mejor preocuparse por acompañar a su novia.
-¿Cuál novia?
- La rubia de peinado perfecto.
- Yo no tengo novias señorita Johnson,tengo mujeres que me complacen.
Algo que tengo claro es que no mido mis consecuencias al tener sexo con ellas.
Decido que ha sido suficiente su amiga nunca llego, asi que no me queda de otra que subirla a mi espalda cargandola hasta mi auto.
Como en los viejos tiempos..
De camino a los apartamentos, decido colocar en el Mp3 de mi auto Love Again de John Newman,una canción que refleja lo que me pasa en ese instante por la cabeza.
Llegamos a su apartamento,los cuales no son los mejores para que una mujer se quede a vivir. En New York hay mucha inseguridad y la zona en la que vive no me agrada en lo absoluto.
Enciendo un cigarrillo mientras ella baja del auto, sólo lo hago las veces en que hace frío o cuando me siento una mierda.
Pero desde que me volví a cruzar con ella es inevitable prender uno por día. Porque me siento la mierda más grande de este mundo.
La acompaño hasta la puerta de su apartamento y me detengo sosteniendo su rostro mis manos, quiero decirle en ese mismo minuto la maldita verdad,quiero decirle todo, pero no lo hago, es mejor que ella se mantenga alejada de todo lo que me pasa.
Me regreso a mi auto y me dirijo a un lugar donde suelo ir para despejar mi mente, la playa.Saco un caja de cigarrillos y empiezo fumarmelos.
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Esta playa me trae muchos recuerdos de los dos, cuantas vacaciones pasamos juntos allí, esta playa fue el inicio y el fin de todo.
Después de fumarme media caja de cigarrillos, me devuelvo a mi departamento,aunque salgo con varias mujeres, jamás he traído a una allí.
Es mi espacio personal, algo que evito que crucen a toda costa.
Decidi que convertiría a Danielle en mi asistente personal, se que me prometi mantenerla alejada, pero no lo quiero hacer,me gusta cuando está a mi lado y la forma en que intenta disimular que no me soporta, cuando la verdad es que soy un jodido imbécil.
Hoy se organizará un evento en uno de mis hoteles asi que le sugerí que llevará algo elegante, simplemente ella es una mujer maravillosa, sea lo que sea que lleve puesto, seguirá luciendo igual de bella para mi.
La recojo a las nueve de la noche, y ella luce un vestido ceñido al cuerpo, que la hace lucir jodididamente sexy, sin duda es una mujer exótica ante mis ojos.
Dejo sentada a Danielle en una de las mesas mientras me dirijo a hablar con algunos de los socios del hotel,me detengo a charalar comodamente con ellos,hasta que una peliroja con la que pase hace unos días la noche se acerca.
- Dustin.. es bueno verte te extraño en mi cama -Ronronea en mi oido.
- Que bien, porque yo no.
-Anda.. Tú y yo en una de las habitaciones del hotel.
- No meto a ninguna mujer a las habitaciones de mis hoteles y tampoco paso la noche con la misma dos veces.
- Dustin.. nadie hace el amor como tú, Anda di que si -Dice mientras pasa su mano muy cerca de mi entrepierna.
-Tú y yo no hemos hecho el amor, sólo tuvimos sexo, cuatro letras S.E.X.O, que te quedé claro eso - Digo apartandola de mi.
- ¡Jodete maldito imbécil! -Masculla entre dientes.
Ignoro a la peli roja y giro mi mirada para buscar a Danielle,pero ella ya no está en la mesa, es entonces cuando la veo hablando de manera sonriente con Arthur Dallas.
¿Que hace ella hablando con ese cabrón?
Me acerco hasta donde se encuentran,para dirigirle una mirada asesina al idiota ese.
-Señorita Johnson, Arthur, veo que ya se conocen .
