Los tontos también se enamoran.

16_ Yo me haré cargó.

-Mi princesa.

Chat noir entró a la habitación con una enorme sonrisa, buscó a su amiga con la mirada y la encontró durmiendo con las cosas de la escuela a su alrededor.

-Awww, mi princesa se durmió mientras hacia el ensayo que nos dieron hace un mes pero ella lo dejó para último momento.

Se acercó a ella y la miró con ternura al ver que ella estaba sonriendo.

-¿Qué estarás soñando?

Le acarició suavemente el cabello y la miró fijamente.

Nunca le había dado mucha atención a la apariencia física pero debía admitir que Marinette era muy linda y aún más cuando no lo está haciendo enojar.

Le acarició los labios con su pulgar y tragó duró.

Aquel día en el que ellos besaron la escoba también se sentía así y seguía sin saber por que.

Acercó sus labios a los de ella mientras cerraba sus ojos.

-Con permiso.

Con delicadeza y extremo cuidado de no despertarla le dio un fugaz beso el los labios que no duró ni dos segundos pero para él fueron horas.

La miró agitando y se volvió a acercar a ella.

Uno más no haría daño.

Sus labios nuevamente iban a hacer contacto pero la chica despertó para dar un gran bostezo y él terminó con sus labios adentro de la boca de ella la cual se sonrojo y se alejó asustada.

-¡¿Q-qué haces?!

La azabache se tocó los labios y sus ojos lagrimearon mientras el héroe retrocedía asustado por ver que la hizo llorar.

¡¿Por qué la beso en primer lugar  si a él le gustaba Ladybug?!

-¿Por qué lo hiciste? Yo confiaba en ti.

Le pregunto la sonrojada chica mientras lloraba y Chat noir hizo lo más sensato que le vino a la cabeza en ése momento; huir.
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Dos días después.

Marinette estaba afuera de la escuela sentada en las escaleras.

Últimamente Chat noir no la iba a visitar.

Si quería una explicación por lo que él hizo pero... prefería que él éste a su lado sin darle explicación alguna en lugar de que se distancie de ella.

Bajo su mirada triste y suspiró profundo.

-Soy una tonta, torpe, idiota y... alguien que no quiere aceptar sus sentimientos.

Sintió a alguien cerca de ella, levantó la mirada y se encontró con un avergonzado Nathaniel.

-Y-yo... lo siento, no quería oír.

La azabache forzo una sonrisa y le hizo una señal a su amigo para que se siente a su lado y él obedeció.

-Dime Nathaniel ¿crees que soy tonta?

-Si y mucho.

La chica lo miró con sorpresa. Ni lo pensó.

-¿Acabas de decirme que si soy tonta y mucho?

El chico asintió con una pequeña sonrisa.

-Si, es natural que las personas cometan errores, somos humanos y no somos perfectos, de nuestros errores buscamos aprender y nuestros errores nos hacen tontos.

La azabache sonrió un poco más tranquila.

Quizás su amigo tenía razón.

No debía torturarse tanto.

-Aunque yo nunca cometí un error en toda mi vida lo que me hace perfecto.

Aclaró con orgullo y ella le dio un empujón jugando.

-Marinette.

Los dos se voltearon y vieron a Adrien el cual estaba algo serio por verlos juntos.

-Alya... Alya te está buscando.

La peliazul se puso de pie.

-Gracias.

Y se fue a buscar a su amiga con una pequeña sonrisa al pensar en una idea un tanto alocada para volver a ver a Chat noir.

Una vez ella se fue los dos chicos se miraron muy serios.

-¿De qué hablaban?

Nathaniel sonrió con burla y se puso de pie.

-No es asunto tuyo Agreste.

Se acercó al rubio y le susurró.

-Ya déjala en paz, yo me haré cargó de ella, yo me haré cargó de hacerla sonreír.

Choco su hombro contra el de Adrien y se fue al salón de clases mientras esté lo veía algo enojado.

¿A casó éso fue una especie de amenaza?

El rubio apretó sus puños enojado.

-Ya lo veremos.

Y también se fue al salón de clases sin saber con mucha exactitud el por que de su enojó.

Continuará...
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¡Hola!

Un poquito de celos y una gran metida de pata por parte de Adrien/Chat noir.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo, votos y comentarios.

Volveré...