Era ya el último martes de la cuatrimestre en curso, la universidad respiraba ya otros aires. Como en toda víspera de las vacaciones en los rostros de los estudiantes se notaba un cierto grado de satisfacción por poder haber dejado detrás una etapa para que luego de un receso de dos semanas volver a una etapa más avanzada y acercarse cada vez más a la meta de ser un profesional en la carrera que han escogido. Eran dos semanas donde dejaban a un lado esa rutina estudiantil que comenzaba muy temprano en el día para terminar en la madrugada con un trabajo de algunas cuarenta páginas.
Los rumores sobre los planes que harían los jóvenes en su temporada de descanso flotaban por los aires como cometas con formas de aves, rumores de todo tipo. Los que provenían de familias pudientes gritaban a todo pulmón que sus vacaciones serían dos semanas de puras fiestas en casas cercanas a las playas más hermosas de la zona mientras que los jóvenes que venían de otros países o no tenían un estatus económico por encima de lo normal se limitaban a pasar sus vacaciones para reflexionar sobre sus puntos débiles en el cuatrimestre que recién había acabado y en muchos casos la mayoría de ellos buscaban trabajos temporales para poder obtener un ingreso extra de dinero.
Las clases de ese día casi terminaban y en el salón Carmen y Maruja estaban conversando con otros dos chicas más.
—Estas vacaciones serán aburridas, más que las pasadas. —dijo la chica de ojos saltones, tez clara y rubia.
—Puedes acompañarme para ir pasar las dos semanas en la granja que pertenece a mi familia. –dijo la otra chica de afro y color mestizo.
—Yo me iré a un rancho con mi novio. —dijo Carmen.
—¿Cuándo pensabas contarme Carmen? —dijo sorprendida Maruja.
—Lo siento, tenemos que hablar de eso.
—Vale, como digas ¿por qué no la acompañas Margo? Así la familia de Natalie te podría conocer y formalizan todo mucho mejor.
—¿Estás loca Maruja? —le preguntó Natalie y continuó hablando —Mis padres no tienen conocimiento de mi preferencia sexual, creo que me matarían a mí y a la pobre Margo.
—No me digas pobre porque mucho que te gusto estúpida. —dijo Margo.
—Relájense chicas. —dijo Carmen.
El timbre sonó.
—Maruja ven, vamos a la biblioteca, adiós chicas.
Sujetó a Maruja por un brazo y le obligó a caminar con ella.
—¿A qué iremos a la biblioteca?
—Vamos a hablar algo con Tyrone.
—¿Hablar sobre qué?
—Deja que él llegue.
La biblioteca estaba desierta y sólo dentro de ella estaba la bibliotecaria. El silencio que allí había era mucho mayor que en días pasado cuando gran cantidad de estudiantes iban a realizar sus trabajos y tareas.
—¿Falta mucho para que llegue? Estoy aburrida en este cementerio.
—No desesperes.
—Si viene con cierta persona me la vas a pagar.
—No vendrá con Marcus, tranquila.
A los pocos minutos Tyrone entró por la puerta con Marcus a su lado.
—Tyrone ¿es en serio?¿me has traído para acá donde está semejante mujer?
—Marcus tenemos que hablar sobre algo, colabora por favor.
En la mesa donde estaban sentadas Maruja se quejaba.
—Me dijiste que él no vendría con este tipo, me has mentido Carmen, me la vas a pagar.
Sentados los cuatro en la mesa, Maruja al lado de Carmen y con Tyrone en el frente, empezó a hablar Carmen.
—Chicos estamos aquí los cuatros porque nos iremos de vacaciones a un rancho.
—Yo no me iré con esta española de vacaciones y mis disculpas Carmen. —decía Marcus mientras se ponía de pie.
Tyrone lo sujetó por un brazo y lo hizo volver a su asiento.
—Deben madurar por Dios.
—Chicos no estarán juntos ni siquiera. Yo dormiré contigo Maruja y Tyrone dormirá con Marcus.
—Yo no tengo dinero para pagar un rancho.
—No seas tonto Marcus por eso he dicho que Tyrone dormirá contigo, ambos pagarán el precio de las habitaciones.
Hubo un silencio repentino pero Maruja lo rompió.
—Está bien Carmen, iré. Pero sólo lo haré porque me encanta verlos felices a los dos de lo contrario no iría al mismo lugar que viene este sujeto. —dijo apuntando a Marcus con su cabeza.
—También iré pero si aparezco muerto ya saben quién me mató.
Carmen y Tyrone se miraron del uno al otro, lo habían logrado, pasarían las vacaciones juntos y muchas horas. Luego de llegar al acuerdo Marcus se marchó de primero y Maruja aguardó unos minutos para coordinar todo bien.
YOU ARE READING
Ella, mi diablo
RomanceNo hay explicación, no hay algo lógico, no hay nada escrito en el amor, todo puede variar cuando se habla de este sentimiento. Amor es un concepto muy universal pero Tyrone lo pudo vivir en un concepto muy poco o quizás nunca experimentado, porque e...