Viejos Habitos

5 0 0
                                    

Pasaron rápido los días y Dan no había vuelto a molestarme con todo lo que había pasado, ya ni siquiera era tema.
Sin darme cuenta y casi de forma efímera pasó la época de colegio y habían llegado las Vacaciones. En menos de una semana me iría al campamento con Lucas, con quien nos habíamos vuelto cercanos, buenos amigos para ser sincera.
Estaba acostada en mi cama, con un tomate horrendo de peinado y mi pijama de la pantera rosa,viendo netflix cuando sonó el timbre. Baje las escaleras lo más rápido que pude y cuando abrí la puerta ahí estaba él.
-Hola, bonito pijama, sonrió Lucas.
-Para tu información, es un pijama de las mejores series de mi infancia, dije mientras le hacía una seña para que subiéramos a ver series. Dejo sus zapatos a un costado de mi cama y se acostó a mi lado.
Puse una película romántica, de esas que Lucas odiaba, solo para molestarlo, pero parecía estar cansado y se quedó dormido boca arriba.
En eso tomé un plumón que estaba en mi cajón, y le dibujé unos bigotes como los de Salvador Dalí y una ceja como la de Frida Khalo. Mientras lo hacía sentí que se movía, lancé el plumón bajo la cama y apoyé mi cabeza contra su pecho. No es que lo hiciera con otra intención, solo trataba pasar desapercibida. Lucas odiaba que le pintaran la cara y aún más si era con un plumón permanente.Mientras me hacía la dormida comencé a pensar en lo que una vez me había dicho Ana, esa teoría de que no servía para tener amigos hombres, lo cuál encontraba absurdo... hasta ese momento. Y es que parte de mi siempre que se hace amiga de alguien tiene ese sentimiento, de que desea algo más, que piensa algo más que solo una amistad y a veces de manera involuntaria. Son como esas ideas que a veces vienen a la mente pero que parecieran no tener sentido alguno, pero aún así están ahí.
Lucas acarició mi pelo y me acurruqué aún más en el, quedándome profundamente dormida.
-Alessa, susurro Lucas a mi odio, Alessa vamos despierta es hora de que vayas al colegio dijo.
-Vale, Dan, me visto y voy en seguida, conteste entre dormida.
-Dan... dijo Lucas en seco, veo que aún no lo olvidas. Abrí los ojos y me estaba mirando mientras hacía una mueca y intentaba sonreír.
-Vale, ¿Que pasa? dije bostezando y frotándome los ojos.
-Me.... me lo he topado, y hemos hablado, confesó.
Me pare abruptamente de la cama y mire a Lucas fijamente a los ojos y fruncí el ceño.
-Sea lo que sea que haya dicho, no me importa Lucas, solté en seco.
-Vale...
Entonces salió una lágrima de mis ojos y comenzó a brotar una tras otra, sin que pudiera controlarlo, no podía engañarme ni siquiera a mi misma.
-Dime algo, ¿Le importa si quiera recuperar la amistad ?, dije aún con lágrimas en los ojos.
-Me... me ha dicho que le es indiferente... y hay hecho un gesto con los hombros... no deje a Lucas terminar la frase y explote a llorar a mares, no entendía por qué me sentía así, ni por qué me seguía importando algo que se suponía debía estar superado, pero me dolía el pecho, y no podía dejar de botar lágrimas por Dan, por qué aunque le mintiera al resto, no podía negarme a mi misma que aún me importaba, que aún había una especie de sentimiento hacia el, aunque fuera mínimo.
-Al, no puedo decirte que no sufras, por qué sería algo estupido, pero si el no puede valorar lo maravillosa que eres, no lo vale, se que sonará algo "cliché" decir esto, pero la vida es corta, no puedes despreciarla esperando a alguien que no te valora de la misma forma, no lo vale.
Pero en el fondo si lo valía, Dan era de esas personas que demostraba algo totalmente diferente a lo que pasaba por su cabeza, por eso era difícil saber que pasaba por su mente cada vez que pasaba algo. Me limite a asentir con la cabeza y Lucas me abrazo y acaricio mi pelo toda la noche hasta que deje de llorar y logré quedarme dormida.

Powerful but insignificantWhere stories live. Discover now